Un preso que lleva 28 años entre rejas sufre una hemorragia cerebral

Mehmet Sevinç lleva 28 años encarcelado en Turquía y desde hace dos días recibe tratamiento médico intensivo por una hemorragia cerebral. Sus familiares señalan las declaraciones contradictorias de la dirección de la prisión y exigen una aclaración.

Mehmet Sevinç, que lleva 28 años encarcelado en la prisión de Manisa-Akhisar, fue encontrado inconsciente en su celda de aislamiento el 3 de abril. Tras una operación en el hospital, los familiares fueron informados por teléfono por la dirección de la prisión el lunes por la tarde. Se les dijo que Sevinç fue descubierto inconsciente en su cama mientras servía el desayuno y fue ingresado en el hospital.

La familia, que vive en Kocaeli, se dirigió entonces a Akhisar y descubrió en el hospital estatal que la información cronológica era incorrecta. Según ellos, Sevinç no ingresó en el hospital por la mañana, sino a las 3:50 horas con una hemorragia cerebral aguda. Sigue en estado crítico en la unidad de cuidados intensivos.

Su hija Berivan Sevinç explica el incidente: "Cuando preguntamos por los médicos que le atendían en urgencias, nadie nos dijo nada. Entonces nos acercamos al azar a un médico y le dijimos el nombre de mi padre. Nos preguntó si nos referíamos al preso que había sufrido una hemorragia cerebral en el hospital. Nos sorprendió. El médico nos dirigió a su colega que realizó la operación. Este médico nos confirmó que se trataba de una hemorragia cerebral sufrida en la cárcel. Le habían operado y estaba en estado grave. No supimos más. Hoy he suplicado a otro médico y le he dicho que llevaba mucho tiempo sin poder ver a mi padre y que quería verlo por última vez. Me dijo que podía entrar uno o dos minutos. Cuando le pregunté al médico que estaba allí, me dijo que él había proporcionado la atención inicial. Me dijo: "Se habrá dado un golpe o se habrá caído. ¿Por qué si no iba a tener una hemorragia cerebral? Le pregunté si había habido marcas de golpes, y sólo me contestó que no habían podido detener la hemorragia. No pude ver dónde se había dado el golpe mi padre porque los soldados entraron de repente en la habitación y nos echaron. Los soldados tampoco nos permitieron seguir hablando con el médico. Dijeron que estaba prohibido".

Berivan Sevinç dice que el incidente le parece sospechoso y que hay informaciones contradictorias. Exige una explicación de lo ocurrido. La última vez que habló con su padre por teléfono fue el sábado, momento en el que se encontraba bien.