No solo la población civil, sino también la flora y la fauna en la región de Xakurke en el área de la esquina del triángulo entre Irak, Irán y Turquía sufre la invasión turca. Desde finales de mayo, el área ha sido bombardeada continuamente por aviones de combate F-16, helicópteros Cobra, morteros y obuses. Particularmente afectados son Sheikh Zade y el Valle Lolan, las estribaciones del Monte Shekif y la Montaña Lelikan.
Xakurke pinta un cuadro de especies de plantas endémicas quemadas y de la fauna destrozada. Los árboles, las fuentes de agua, las plantas, las serpientes y muchas otras criaturas son víctimas de la operación de ocupación del régimen turco.
Uno de los guerrilleros en la región nos muestra una serpiente asesinada en esta guerra del estado turco contra la vida natural. Rojhat Torî proviene de Kerboran (distrito de Dargeçit en la provincia de Mardin). Dice que la naturaleza de Kurdistán, que los guerrilleros están preparados para proteger con sus vidas, ha sido bombardeada por el ejército turco durante días sin interrupción.
"El ejército turco de ocupación ataca brutalmente a los kurdos y todo lo que les pertenece. El paisaje kurdo ha sido explotado y destruido durante siglos. Muchas criaturas están amenazadas de extinción debido al bombardeo", explica Torî, y agrega: "Como la fuerza de la guerrilla de la liberación, continuaremos defendiendo nuestra tierra, nuestras aguas y nuestra naturaleza contra los ataques. Se trata de la mayor resistencia de la historia. Después de Afrin, el estado turco quiere ocupar el sur de Kurdistán. También destruye despiadadamente la naturaleza. Debido a que su ejército no puede derrotar a los guerrilleros, deja escapar su ira sobre la naturaleza. Se matan animales, se destruyen plantas y pastos. El objetivo es despoblar la región".