Nasır Yağız es un miembro del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y vive en el exilio en Kurdistán Sur en Erbil. Hace 96 días se unió a las huelgas de hambre por el fin del aislamiento de Öcalan.
El doctor Durê Mihemed Uren ha dicho que Yağiz ha perdido ya 14 kilos además de sufrir otros problemas derivados de la huelga de hambre: “La circulación sanguínea se ha ralentizado. Sufre de problemas visuales, nauseas y dolores de cabeza intensos. A pesar de ello, ha rechazado cualquier tratamiento médico”.
El contexto de la huelga de hambre
Nasır Yağız es uno más de los cientos de kurdos en huelga de hambre. El movimiento de protesta fue iniciado el 7 de noviembre de 2018 por Güven. Más de 300 presos están ahora en huelga de hambre en las prisiones turcas. En Estrasburgo, el 17 de diciembre 14 activistas se unieron a la huelga de hambre. También se han unido activistas en Toronto, Newport, Kassel, Nuremberg, Druisburgo y otras ciudades.
El líder del PKK Abdullah Öcalan ha estado en aislamiento en la prisión de Imrali durante 20 años. Sus abogados no han podido contactar con él desde el 2011. Desde el fin abrupto de las negociaciones de paz entre el PKK y el gobierno turco en 2015, Öcalan ha estado aislado completamente. Sin embargo, producto de la presión de las huelgas de hambre, su hermano pudo verlo durante 10 minutos por primera vez en dos años y medio en enero. Los huelguistas han afirmado que esta corta visita no supone en ningún caso el fin del aislamiento y que su reivindicación sigue vigente. El objetivo, según afirman los huelguistas, es que Öcalan pueda reunirse con sus abogados de forma regular como marca la ley turca e internacional. Öcalan es considerado una figura clave para la resolución del conflicto.