Veysel Ok, codirector de la Asociación de Estudios de Medios de Comunicación y Derecho (MLSA), ha declarado que la detención de periodistas kurdos carece de toda base legal, y ha añadido: «Las sentencias del Tribunal de Casación y del Tribunal Constitucional son claras. Se trata de una táctica de intimidación política».  

En el marco de una investigación llevada a cabo en Estambul, los periodistas Necla Demir, Rahime Karvar, Ahmet Güneş, Velat Ekin, Vedat Örüç y Reyhan Hacıoğlu fueron detenidos el 17 de enero y posteriormente arrestados el 20 de enero, acusados de 'pertenencia a organización terrorista'. Sólo en el último mes han sido detenidos 13 periodistas. Según las cifras de la MLSA, al menos 35 periodistas se encuentran actualmente en prisión en Turquía, y otros cuatro periodistas y trabajadores de los medios de comunicación se encuentran bajo arresto domiciliario.

No hay justificación legal para esta práctica

Veysel Ok, codirector del MLSA, declaró que las acusaciones están relacionadas únicamente con el trabajo periodístico de los reporteros. A propósito de las recientes detenciones, ha declarado:

"La mayoría de los periodistas detenidos son kurdos. Este es el factor más significativo. En segundo lugar, la mayoría de estos periodistas son autónomos que trabajan para medios de comunicación kurdos con sede en Europa como trabajadores independientes. Las acusaciones están directamente relacionadas con esto. Esencialmente, la lógica es: '¿Cómo te atreves a trabajar para los medios de comunicación kurdos con sede en Europa; se consideran publicaciones de organizaciones terroristas. Si les envías noticias, entonces también debes ser miembro de una organización terrorista'. Este razonamiento carece de base jurídica. Los periodistas no son responsables de la política editorial de los periódicos o agencias. Sólo son responsables de sus propios reportajes. El responsable de la política editorial de un periódico o agencia es el director responsable. Por lo tanto, no hay base legal para dirigir estas acusaciones a los periodistas. Esto debe considerarse totalmente como una cuestión política".

El Estado turco no quiere que salgan a la luz sus violaciones de los derechos humanos

Veysel Ok destacó que las recientes discusiones en la política turca sobre la cuestión kurda se han topado con la resistencia del gobierno, que no quiere que se debatan estos temas ni que cobren visibilidad las violaciones de derechos humanos existentes. Señaló que esto se ha traducido en una mayor presión sobre los medios de comunicación kurdos. Ok afirmó que el gobierno no quiere que se debatan estos temas ni que se hagan visibles las violaciones de derechos humanos existentes. "Por eso los periodistas kurdos están en el punto de mira", afirmó.

Ok añadió que el estado no es capaz de presentar pruebas para sustentar sus acusaciones:

"Sin embargo, aunque se les detiene, no se presenta ninguna prueba que demuestre su presunta pertenencia a una organización. ¿Estaban estos individuos informando bajo órdenes?

¿Seguían directrices? Nada de esto existe. ¿De qué estructura jerárquica forman parte supuestamente? Sin abordar ninguna de estas cuestiones, detienen específicamente a periodistas que trabajan para medios de comunicación kurdos con sede en Europa".

La sentencia del Tribunal Constitucional a favor del periodista Uğur sienta un precedente

El abogado Veysel Ok señaló que el Tribunal Constitucional, en su decisión relativa al periodista Cemil Uğur, subrayó explícitamente que los periodistas no pueden ser considerados responsables de la política editorial de los periódicos o agencias. Ok señaló que debe examinarse el contenido de los reportajes e identificar cualquier posible elemento delictivo dentro de los mismos. Sin embargo, declaró que ninguno de los periodistas detenidos recientemente fue interrogado sobre el contenido de sus informes. 

El Estado turco trata de intimidar a los periodistas

Veysel Ok, codirector del MLSA, añadió que el panorama general en Turquía para el periodismo independiente es preocupante ya que a pesar de que las detenciones y órdenes de prisión acabarán siendo anuladas, sirven como medio de intimidación a la prensa libre:

"Esta es la esencia de la situación. En Turquía hay miles de periodistas freelance. Estos individuos no son diferentes, pero como están asociados a medios de comunicación kurdos con sede en Europa, el fiscal consideró suficiente acusarlos de ser miembros de una organización. A corto plazo, sus posibilidades de permanecer detenidos son altas, pero a medio y largo plazo, no hay base legal para mantenerlos en prisión. Las sentencias del Tribunal de Casación y del Tribunal Constitucional son explícitas.  Esto constituye intimidación política.  El gobierno ha aumentado la presión para impedir un espacio de debate. Fíjense en las cifras actuales: con estas recientes detenciones, el número de periodistas detenidos en Turquía ha aumentado a 35, con otros cuatro bajo arresto domiciliario. Estas cifras no habían sido tan altas desde el Estado de Emergencia en 2016".