La Federación Internacional de Periodistas y la Federación Europea de Periodistas (IFJ y EFJ) han emitido un comunicado exigiendo la liberación inmediata de cuatro periodistas detenidos por la policía al este de Turquía el 6 de octubre después de que informaran sobre los dos aldeanos presuntamente torturados y arrojados desde un helicóptero por soldados del ejército turco.
El secretario general de la IFJ, Anthony Bellanger, ha dicho: “El trabajo periodístico es esencial para cubrir los abusos estatales que de otra manera estarían ocultos al público, con total impunidad. Estas detenciones son otra prueba escandalosa de que las autoridades turcas no toleran la prensa libre. Adnan Bilen, Cemil Uğur, Şehriban Abi y Nazan Sala deben ser liberados de inmediato”.
El secretario de la EFJ, Ricardo Gutiérrez, ha añadido: “El papel de los periodistas como guardianes de la democracia es esencial. El arresto de periodistas que solo hacen su trabajo es particularmente preocupante. Exigimos su liberación, pero también claridad sobre los hechos que estaban cubriendo”.
Antecedentes
La policía detuvo a los reporteros Adnan Bilen y Cemil Uğur, que trabajan para la Agencia Mezopotamya (MA), y Şehriban Abi y Nazan Sala, que trabajan para Jin News, en la provincia de Van, situada al este de Turquía, el 6 de octubre por la mañana. Las oficinas de MA y Jin News, así como los domicilios de los periodistas, fueron registrados por la policía. La MA informó que la policía no reveló el motivo de las redadas y que prohibió a los periodistas ser testigos de las mismas, y que confiscó dispositivos de trabajo como cámaras y material periodístico.
Los periodistas detenidos fueron llevados a la Dirección Provincial de Seguridad donde se les impuso una prohibición de 24 horas para contactar con un abogado. El 7 de octubre, su período de detención fue extendido otros cuatro días, según MA.
Los periodistas habían informado de que el ejército turco presuntamente había torturado a los aldeanos kurdos Servet Turgut y Osman Şiban y los había arrojado de un helicóptero. Una de las víctimas, Servet Turgut, murió a consecuencia de sus heridas el 30 de septiembre.
Los periodistas publicaron documentos que confirmaban estas acusaciones, entre ellos un informe del hospital en el que se reconoce que los dos aldeanos sufrieron graves heridas debido a una caída desde una gran altura.