En 2016, la periodista kurda Dilan Oynaş fue detenida como presunta miembro de una "organización terrorista". Fue condenada a siete años y diez meses de prisión. En el momento de su detención, Oynaş trabajaba en Nusaybin, en la provincia de Mardin, como corresponsal del periódico kurdo "Azadiya Welat", prohibido desde entonces por decreto.

Antes, había sido expulsada de la Universidad de Çankırı Karatekin de Ankara por motivos políticos en el último año de sus estudios principales de ciencias políticas.

Como Oynaş ya ha cumplido dos tercios de su condena, estaba previsto que saliera de la cárcel de mujeres de Sincan el pasado martes. "La comisión penitenciaria de la prisión le dio un informe negativo", dijo el diputado del HDP Şevin Coşkun. Una nueva ley penitenciaria bloqueará la liberación de los presos que hayan cumplido sus condenas y "no muestren arrepentimiento". En el caso de Oynaş, se impide la excarcelación en base a esta normativa.

La familia de la periodista se dirigió a la rama de Ankara de la Asociación de Derechos Humanos (İHD) quejándose por la decisión arbitraria de no liberar a Oynaş.

Ahora Oynaş será remitida de nuevo al Consejo de Vigilancia de la Administración Penitenciaria el 21 de julio. El diputado del HDP Coşkun solicitó a la Presidencia de la Comisión Parlamentaria de Investigación de Derechos Humanos que no se impidiera la liberación de Oynaş mediante una decisión arbitraria. Coşkun solicitó además que la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento, la Subcomisión de Derechos de los Condenados y los Presos, visite la prisión de Sincan.