Los periodistas Nazım Daştan y Cihan Bilgin cubrían los acontecimientos en el norte y este de Siria cuando fueron asesinados en un ataque con drones turco el 19 de diciembre de 2024. Desde ese día, sus familias han intentado recuperar sus cuerpos para enterrarlos en sus ciudades natales en el norte del Kurdistán, pero el gobierno del AKP-MHP negó el permiso para la repatriación de sus restos.
En un principio se anunció que los cuerpos de los dos periodistas serían trasladados desde Qamishlo al distrito de Nusaybin en Mardin para ser entregados a sus familias. Cuando las familias llegaron a la frontera de Qamishlo, se les informó de que los cuerpos no serían entregados. Luego se les dijo que los restos serían trasladados desde Rojava al Kurdistán del Sur (norte de Irak) a través del paso fronterizo de Sêmalka.
A la luz de la información que se les proporcionó, una delegación, incluida las familias de Daştan y Bilgin, tomó medidas para cruzar al Kurdistán del Sur a través del cruce fronterizo de Habur en el distrito de Silopi de Şırnak.
Cuando las autoridades turcas les impidieron el paso, la delegación inició una sentada de protesta. A pesar de dos días de manifestaciones, el gobierno del AKP-MHP se negó a permitir el paso de la delegación para recuperar los cuerpos. Dada la situación, las familias decidieron que Nazim Daştan y Cihan Bilgin debían ser enterrados en Qamishlo.
Los dos periodistas fueron enterrados el sábado en el cementerio de los mártires Şehîd Delîl Saroxan en Qamishlo.
A la ceremonia fúnebre asistieron miles de personas, incluidas las familias de la y el periodista.