Los periodistas kurdos Nazım Daştan y Cihan Bilgin cubrían acontecimientos en el norte y el este de Siria cuando murieron en un ataque con un dron turco en diciembre de 2024. Ambos eran originarios del Kurdistán del Norte, pero llevaban años trabajando para medios de comunicación kurdos en la región autónoma del norte y el este de Siria. El 19 de diciembre, regresaban de un reportaje sobre los combates entre las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) y las tropas mercenarias del SNA, respaldadas por Turquía, en el frente de Tishrin, a orillas del Éufrates, cuando su coche, identificado como "vehículo de prensa", fue atacado deliberadamente por un dron turco. Los dos periodistas murieron en el acto, mientras que su conductor resultó herido.

Se presentó una demanda contra 14 personas detenidas durante la protesta en Estambul, acusadas de "hacer propaganda para una organización ilegal" y "violar la Ley de Reuniones y Manifestaciones". El grupo protestaba por el asesinato de los dos periodistas kurdos.

La audiencia del caso contra 14 personas, 10 de ellas periodistas, se celebró el viernes. En un comunicado de prensa emitido ante el Tribunal de Estambul tras la audiencia, los periodistas destacaron que sus colegas fueron asesinados durante su labor periodística y llamaron la atención sobre la importancia de la libertad de prensa y la libertad de expresión.

Los miembros de la Asociación de Periodistas Dicle Fırat (DFG) y de la Asociación de Mujeres Periodistas de Mesopotamia (MKG) prometieron: “Seguiremos siendo el lenguaje y la acción de la verdad”.

İzel Sezer, miembro de la junta directiva de DİSK Basın-İş, declaró que la presión contra los periodistas ha aumentado y afirmó: "El régimen palaciego está asesinando periodistas para silenciar la voz del pueblo". En representación de MKG, el periodista Diren Yurtsever agregó: "Si la prensa no es libre, nadie lo es".