La pandemia comenzó en Wuhan, China, donde, según los medios de comunicación, aumentaron las solicitudes de divorcio. Según las cifras oficiales publicadas por China, la violencia de género denunciada en febrero de 2020 aumentó en un 300 por ciento en la provincia de Hubei, donde se registró el primer brote.

Si bien este importante detalle ha encontrado su lugar en algunos medios de comunicación, ha sido ignorado por muchos de ellos. Estos primeros casos de violencia contra las mujeres indicaron que el escenario similar sería uno de más violencia cuando se iniciara el encierro en muchos países. Según un informe de la ONU publicado en abril, los casos de violencia contra las mujeres aumentarán. En el informe, se estimó que se producirían aproximadamente 15 millones de casos de violencia doméstica en el proceso de cuarentena forzada de 3 meses de duración.

En el informe se recordaba que casi el 18% de las mujeres y las niñas de 15 a 49 años de edad que habían estado alguna vez en una relación han sido objeto de violencia física o sexual por parte de una pareja íntima en los 12 meses anteriores. La cifra se eleva al 30% cuando se considera la violencia por parte de un compañero durante la vida de la mujer. Más de un tercio de las mujeres que son asesinadas intencionadamente son asesinadas por una pareja íntima actual o anterior.

Se ha podido observar un aumento de la violencia contra la mujer también en Turquía, desde marzo, cuando se empezó a llamar al cierre. 

Según los datos de la Plataforma para poner fin a los asesinatos de mujeres durante el período epidémico, sólo en marzo de 2020 se cometieron 9 muertes sospechosas y 29 asesinatos de mujeres. En abril de 2020 fueron asesinadas 20 mujeres y otras 20 murieron en circunstancias sospechosas.

Ha sido imposible establecer cómo 14 mujeres fueron asesinadas, mientras que 2 de ellas lo fueron  por motivos económicos y 4 porque querían el divorcio.

La Plataforma declaró que las llamadas recibidas durante la cuarentena y especialmente en abril, así como las peticiones a acceder a los canales de apoyo por Whatsapp abiertos, aumentaron en un 55 por ciento, y fueron hechas por mujeres de 28 provincias.

Muchas no pueden llegar a las redes de solidaridad y de defensa de los derechos de la mujer, especialmente en este período. Pero las organizaciones locales continúan solidarizándose con las mujeres a pesar de la epidemia.

Adile Doğan, la directora de la Asociación de Solidaridad con las Mujeres en el distrito de Esenyalı en Estambul, confirmó que el número de violencia aumentó durante el tercer mes de la epidemia. Según Doğan, los casos de violencia registrados en esta región fueron 103 en 2 meses.

"Mientras que antes registraba un caso cada pocos días, - dijo Doğan - este número ha aumentado ahora a 3 o incluso 4 al día".

Según los datos de la Asociación de Solidaridad con las Mujeres Esenyalı, hay por lo menos 4 casos de violencia contra las mujeres llevados a cabo por hombres que fueron liberados de la prisión después de la nueva Ley de Ejecución Penal. Uno de los hombres fue detenido de nuevo y devuelto a la cárcel. Doğan afirma que aunque la mujer que fue objeto de violencia por parte de su marido tenía miedo de presentar una denuncia, finalmente presentó una denuncia penal ante la asociación y se le entregó un informe en el que se afirmaba que había sufrido agresiones físicas.

Las asociaciones de solidaridad con las mujeres también están tratando de curar las heridas de la crisis económica que se profundiza no sólo por la violencia sino también por la epidemia.

La asociación, que funciona en Esenyalı desde hace 6 años, ha entregado alimentos a cerca de 350 mujeres a través de una red de solidaridad. Adile Doğan señala que esta red solidaria comenzó con mujeres que tienen trabajo, tratando de ayudar a las que están en una situación difícil debido a la epidemia. Dieron prioridad a las mujeres divorciadas.

Por ejemplo, 15 empleadas del mercado, incluida una del extranjero, entregaron los paquetes de Ramadán que habían recibido a la asociación para que los dieran a las mujeres necesitadas. Además, las oficinistas, enviaron sus alimentos del Ramadán a unas 70 mujeres que se habían quedado en casa debido a la epidemia, o a mujeres con salarios mínimos, así como a las que habían sido objeto de violencia.

Esto proporcionó paquetes de alimentos a casi 350 mujeres. "Desafortunadamente - dijo Doğan - ya había una profunda crisis económica que afectaba gravemente la vida de las mujeres. En las parejas, uno de los dos sostenes de la familia ya estaba desempleado y ahora ambos lo están".

Hay otro punto subrayado por Doğan: la presión aumentada por la crisis económica. Tanto es así que dice que la asociación está recibiendo muchas llamadas de mujeres que muestran tendencias suicidas. Según Doğan, la situación de las mujeres que trabajan en el sector precario, empleadas en trabajos como la limpieza de la casa, la limpieza de escaleras o el cuidado de ancianos es también pésima.