El Movimiento de Mujeres Libres (Tevgera Jinên Azad-TJA) hizo una declaración escrita sobre la conferencia que organizó en Amed (Diyarbakır) los días 13 y 14 de enero, titulada "Cadena de silencio: rompiendo los muros que rodean a las prisioneras políticas".
El comunicado señaló que a la conferencia internacional asistieron mujeres de Kurdistán del Sur, Irán, Turquía, Canadá, Palestina, Cataluña, Irlanda del Norte, el País Vasco, América Latina y Filipinas. Además, informaron: "En el primer día de la conferencia, se discutieron los sistemas penitenciarios racistas y colonialistas producidos por los sistemas capitalistas de Estado-nación. Las participantes hicieron presentaciones sobre sus experiencias. Se afirmó que las prisiones de alta seguridad son espacios diseñados por la modernidad capitalista en Asia, Europa, América y el Medio Oriente para castigar y aislar a los disidentes, especialmente las mujeres".
Refiriéndose a los paneles celebrados el primer día de la conferencia, el comunicado destaca que las mujeres que luchan por la libertad y los derechos políticos son encarceladas mediante manipulaciones judiciales y obligadas a obedecer y renunciar a sus luchas en cárceles diseñadas por el sistema con mentalidad masculina.
La declaración incluía además:
"Las participantes expresaron que la violencia sexual se utiliza como método de tortura, pero a menudo sigue siendo un tema 'intacto y tácito' por parte de las mujeres. También se destacó que las cárceles están diseñadas espacialmente de manera contraria a la fisiología y sociología de las mujeres, que ellas son sistemáticamente aisladas, que sus derechos a la salud y a la comunicación son sistemáticamente violados, que estas prácticas están cubiertas por un velo de silencio y que es esencial romper ese silencio. Las mujeres han transformado estos opresivos lugares de encarcelamiento en espacios donde organizan la objeción y resistencia, y donde continúan aprendiendo y desarrollándose. Las mujeres tras las rejas participan creativamente en el arte, los medios de comunicación, la política y la vida social.
Las participantes afirmaron que la electrocución, la violación, el aislamiento, la falta de comunicación y los castigos disciplinarios son parte de intentos de quebrantar la voluntad de las mujeres y hacerlas rendirse, y que la lucha y la solidaridad deben continuar hasta que estas prácticas contra la dignidad humana lleguen a su fin. Las narrativas de mujeres de todo el mundo se inspiraron mutuamente".
La declaración enfatizó que también se saludaron las huelgas de hambre en curso en las prisiones contra el aislamiento (de Abdullah Öcalan) en İmralı.
Algunas de las decisiones tomadas en la conferencia se anunciaron de la siguiente manera:
"* Establecer una 'red internacional de mujeres' compuesta por organizaciones de mujeres, intelectuales, artistas, políticas y voluntarias con el fin de visibilizar las violaciones de derechos que sufren las encarceladas, sensibilizar y garantizar la solidaridad.
* Apoyar firmemente la lucha y las demandas de todas las presas políticas que aún permanecen encarceladas en diversas partes del mundo y resisten, y utilizar eficazmente los medios de comunicación locales e internacionales para este fin. Impulsar mecanismos relevantes para exponer la sensibilidad y las violaciones de las estructuras regionales y globales (TEDH, CoE, ONU, AI, HRW, etc.) como una alternativa a los mecanismos legales internos que los estados nacionales consideran útiles dispositivos de manipulación.
* Organizar una campaña global por la libertad de todas las prisioneras políticas."