El Movimiento de Mujeres Kurdas en Europa (TJK-E) llevará a cabo las actividades de este año en el Día Internacional de la Mujer bajo el lema "Con Jin-Jiyan-Azadî a la revolución de las mujeres". La organización paraguas, que reúne a grupos de mujeres kurdas de varios países europeos, señaló en su llamamiento a la participación en las actividades locales de la semana del 8 de marzo que el día de la lucha de las mujeres se celebra en un momento difícil para los kurdos.

El comunicado de TJK-E dio a conocer las actividades previstas en Alemania, Francia, Países Bajos, Suiza, Noruega, Dinamarca, Suecia y Bélgica: "Nuestro dolor y nuestras pérdidas son tan grandes e inquebrantables como nuestra determinación de levantarnos contra las fuerzas que atacan nuestro derecho a la vida. Nuestras razones para luchar son más urgentes que nunca, ya que la alianza permanente del dominio masculino, el Estado y el capitalismo ha convertido sus ataques contra las mujeres en una guerra sistémica.

El fascismo, las dictaduras y las prácticas de las corporaciones multinacionales, la nueva cara del colonialismo, se entrecruzan en los ataques contra la libertad de las mujeres y la destrucción de la naturaleza. De entrada, los conflictos internos de las potencias hegemónicas y las políticas que persiguen con afán de lucro desmedido no ofrecen a las mujeres y a la sociedad otro futuro que la guerra, la emigración, la destrucción, la violencia y la pobreza. Quieren oscurecer el sol de la humanidad. En todas las partes del mundo hay una ola de explotación y agresión alimentada por la supremacía masculina. De Afganistán a Abya Yala, de la India a África, la resistencia de las mujeres se alza en todo el mundo".

Sólo podemos sobrevivir resistiendo

La declaración añadía: "Las mujeres son la ola más fuerte de esta resistencia. Sabemos que no podemos vivir a menos que entretejamos nuestras vidas con la resistencia a diario. Hemos dicho que el capitalismo y el fascismo significan una masacre de la sociedad". Y, desgraciadamente, esta afirmación fue confirmada de nuevo por el terremoto que sacudió nuestro país, Kurdistán, Turquía y Siria el 6 de febrero. La dictadura del AKP y la política del fascismo han multiplicado las consecuencias de la catástrofe. Se convirtió en un crimen contra la humanidad. Conocemos la cara más sucia del fascismo a través de los gritos de las mujeres y los niños bajo los escombros y sus vidas aniquiladas. Hemos dicho que el sistema dominado por los hombres conduce a la aniquilación de las mujeres. Lo sabemos por nuestro país, el Kurdistán".