Narges Mohammadi saluda el levantamiento "Jin, Jiyan, Azadi" y llama a la "acción activa"

La Premio Nobel de la Paz, Narges Mohammadi, saludó el aniversario del levantamiento "Jin, Jiyan, Azadî" y llamó a la "acción activa".

REVOLUCIÓN DE LAS MUJERES

La Premio Nobel de la Paz y activista encarcelada Narges Mohammadi publicó un mensaje con motivo del segundo aniversario del levantamiento "Jin, Jiyan, Azadî" (Mujer, Vida, Libertad) que tuvo lugar en Irán y Kurdistán Oriental después de que la mujer kurda Jina Mahsa Amini fuera torturada hasta la muerte por la policía moral del régimen iraní hace dos años.

“Aunque estos dos años difíciles y dolorosos han dejado cicatrices en los cuerpos de quienes han sido torturados por la opresión, la discriminación y la tiranía, a pesar del difícil camino que tenemos por delante, todos sabemos que nada es igual que antes. La gente está sintiendo un gran cambio en sus creencias, en sus vidas y en la sociedad. Este cambio ha sacudido los cimientos de la tiranía religiosa, aunque todavía no ha derrocado al régimen de la República Islámica”, afirmó Narges Mohammadi, quien añadió lo siguiente: “El movimiento ‘Jin, Jiyan, Azadi’ ha hecho tan visible la desilusión del pueblo con el régimen que un candidato presidencial admitió durante un debate en vivo que el pueblo iraní no participó en las elecciones, diciendo: ‘¿De qué pueblo estamos hablando, del 60 por ciento que no fue a las urnas? El movimiento ‘Jin, Jiyan, Azadi’ ha redefinido el papel del pueblo en la lucha contra el régimen tiránico e impuesto una nueva comprensión que ha infundido miedo en este régimen teocrático. Desde el Kurdistán hasta Sistán-Baluchistán, desde Teherán hasta Azerbaiyán y Juzestán, personas con diferentes voces se unieron para desafiar los cimientos de la tiranía".

Narges Mohammadi enfatizó la necesidad de determinación para lograr la democracia, la libertad y la igualdad y derrotar al despotismo teocrático: “Hoy alzamos nuestras voces aún más fuerte y fortalecemos nuestra determinación. Hago un llamado a las instituciones internacionales y a las personas de todo el mundo no solo para que observen, sino también para que tomen medidas activas. Hago un llamado a las Naciones Unidas para que pongan fin a su silencio e inacción ante la devastadora opresión y discriminación contra las mujeres por parte de gobiernos teocráticos y autoritarios y para que criminalicen la discriminación de género. Es esencial fortalecer el poder que impulsa la paz y la democracia para liberar a las mujeres de las garras de la opresión y la discriminación”.