Newaya Jin cuenta la historia de las Madres que lucharon por la justicia

El periódico mensual de mujeres ‘Newaya Jin’ incluye en su número 182 retratos de mujeres con una vida de lucha a sus espaldas: desde las Madres de los Sábados hasta las Madres de Plaza de Mayo, pasando por las Madres de la Paz.

Entre los artículos que figuran en el nuevo número de Newaya Jin se encuentran algunos relativos a los feminismos del siglo XXI, los principios de la lucha común universal de las mujeres, la emergencia del coronavirus, la Ley de Ejecución en Turquía y la importancia de la lengua materna.

La plaza que se convirtió en la memoria de todo un país

La plaza Galatasaray, donde las Madres de los Sábados se han estado reuniendo durante 25 años demandando justicia y verdad por los desaparecidos, se ha convertido en la memoria de todo un país. La revista Newaya Jin publica una entrevista sobre este tema de la periodista Nezahat Doğan a Besna Tosun, hija de Fehmi Tosun, quien fue secuestrada de su casa en 1995. Tosun le cuenta a Doğan: “Esa plaza es nuestra infancia, nuestra juventud. Representa lo que ganamos, lo que perdimos, nuestro sufrimiento, nuestras aspiraciones”.

Zara Koçgiri, en su artículo, habla sobre las Madres de la Paz, quienes tomaron medidas para evitar más muertes en 1996 durante un período en el que la guerra estaba en su peor momento, en que los cadáveres se alineaban en filas y el aire se llenaba de los gritos de miles de madres que ni siquiera podían llegar a los cuerpos de sus propios hijos.

Las Madres de Plaza de Mayo

Otra de las luchas por los derechos de las madres ha sido la de las Madres de Plaza de Mayo en Argentina. Durante años las madres, y luego abuelas, han estado exigiendo justicia y verdad por los hijos e hijas desaparecidos durante la dictadura de finales de los 70.

Dilan Bozgan recuerda en su artículo que las madres argentinas siguen buscando a sus hijos y pidiendo justicia, y que lo hicieron incluso durante los años de represión.

Historia de una madre

El número de mayo también publica la historia de la vida de Yadê (Samya Doğan) de 81 años de edad, una madre militante del pueblo. Escribiendo su historia en formato de biografía, İlke Jiyan cuenta: “La vida de Yadê representa la historia política del siglo pasado, las revueltas kurdas, la persecución del Estado turco y la lucha por la existencia de una mujer kurda que desafió todos los juicios sociales en un mundo masculino”.