Las ancianas kurdas Hatun Aslan y Meryem Soylu seguirán en prisión por el momento. Así se decidió en una vista de revisión de la detención celebrada el viernes en Amed (Diyarbakir). La continuación de la detención se justificó por las supuestas pruebas y el “castigo previsto”, así como por el riesgo de fuga que, según se alegó, no podía impedirse mediante la obligación de informar.
Hatun Aslan, de 71 años, y Meryem Soylu, de 79, llevan en prisión en Amed desde principios de marzo. Están acusadas de “pertenencia a una organización terrorista”, es decir, al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Las dos mujeres son miembros de la junta directiva de MEBYA-DER, una asociación de solidaridad con las familias que han perdido a sus seres queridos en la lucha de la liberación kurda. La organización es legal, pero está criminalizada por las autoridades policiales. Un total de doce miembros de la asociación, incluidos sus co-presidentes Yüksel Almas y Şeyhmus Karadağ, están en prisión preventiva por el mismo caso.
El trasfondo de la investigación se encuentra en el testimonio de dos testigos, Yasmin Yalçın y Temur Güzel, según quienes MEBYA-DER se fundó como organización sucesora de la asociación MEYA-DER, cerrada por decreto de urgencia tras el intento golpista de julio de 2016. Mientras tanto, también se investiga a 18 abogados por haber asumido mandatos de miembros de la asociación.