La pandemia por el Coronavirus tuvo un gran impacto en la vida en Turquía, la violencia contra las mujeres ha ido en aumento. Entre el 11 y el 31 de marzo, 21 mujeres fueron asesinadas por hombres, en 18 casos en sus propios hogares. Los perpetradores son hombres del círculo más cercano de mujeres: esposos, parejas, padres, hijos, hermanos, amantes rechazados. En esta situación que amenaza la vida de las mujeres, los refugios municipales para mujeres en Amed (Diyarbakir) han impuesto una prohibición de admisión.

Los refugios para mujeres operados por las municipalidades de la ciudad administrados ahora por fideicomisarios designados por el estado turco, indican que el personal ha sido enviado a casa como parte de las medidas contra la pandemia y que ya no hay capacidad para recibirlas. Las solicitudes de admisión se envían al Centro de Prevención y Monitoreo de Violencia ŞÖNİM (Şiddet Önleme ve İzleme Merkezi), que remite a las mujeres que buscan apoyo a la policía. La policía acompaña a las mujeres al hospital para controles de salud. Si dan negativo para el virus de Covid-19, la policía las lleva de regreso al Centro de Prevención de Violencia, que maneja seis instalaciones en Amed. Como estas instalaciones también están superpobladas, las mujeres solo son admitidas si sus vidas están en grave peligro.