El arresto domiciliario es uno de los métodos utilizados en Turquía para paralizar a la oposición política. El 8 de marzo, Burcugül Çubuk, la líder adjunta del Partido Revolucionario (DP), que ha estado bajo arresto domiciliario durante un mes, se liberó del arresto. Ella explicó: "No estoy en arresto domiciliario, estoy en un levantamiento feminista".

La política había sido arrestada en la declaración de fundación de las Fuerzas de Lucha Unidas (BMG) en Kadıköy, Estambul. A principios de febrero, la policía turca disolvió la manifestación organizada por el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y arrestó a unas 65 personas. En el BMG, varios movimientos de izquierda y socialistas se han unido para formar una nueva alianza para oponerse al régimen fascista en Ankara de manera organizada. La alianza incluye el Partido de las Regiones Democráticas (DBP), el Partido Revolucionario (DP), el Partido Socialista de los Oprimidos (ESP), la Plataforma de Fuerzas Unidas (MBP), la Federación de Consejos Socialistas (SMF) y Partizan.

Los detenidos fueron puestos en libertad cuatro días después. Después de su liberación el 8 de febrero, Çubuk fue puesta bajo arresto domiciliario policial.

"El arresto domiciliario es otro eslabón de la cadena de la esclavitud patriarcal"

En las redes sociales, Çubuk declaró lo siguiente sobre su auto-liberación el 8 de marzo: "Estoy bajo arresto domiciliario desde el 8 de febrero. Más recientemente, Yıldız Idil Şen y Güneş Çetin, quienes participaron ayer en la gran reunión de mujeres, fueron sentenciadas a arresto domiciliario. Esta forma de encarcelamiento es otro eslabón en la cadena de la esclavitud patriarcal para enviar a las mujeres a casa y encarcelarlas en sus hogares. Por eso hoy no estoy en arresto domiciliario, sino en revuelta feminista por mi propia determinación. Envío mi amor a todas las mujeres. Promoveremos el capitalismo patriarcal al lugar que le corresponde. Saldremos victoriosos".