El Estado turco lleva a cabo sistemáticamente ataques contra revolucionarias kurdas. Recientemente, Firyal Silêman Xalid fue asesinada a tiros el jueves en la calle, frente a una escuela de Kirkuk. La kurda, nacida en Amûdê en 1975, se hacía llamar Zelal Zagros dentro del movimiento de liberación y luchó por la libertad de las mujeres y de su pueblo durante más de tres décadas.
Conoció el movimiento kurdo de Rojava a principios de la década de 1990. Fue guerrillera en las montañas durante 15 años y luego trabajó en la sociedad kurda de Armenia durante ocho años. Durante la Revolución de Rojava, regresó a su región natal para participar en la construcción de estructuras democráticas de base.
En Tirbespiyê, aportó su experiencia a la creación de municipios y consejos y contribuyó a reforzar las relaciones igualitarias entre los grupos de población kurdos, árabes y cristianos.
Cuando el ISIS invadió el norte de Siria, fue una de las valientes mujeres que se alzaron en armas contra los islamistas. Tras la liberación de Manbij en 2016, hizo campaña por el surgimiento de un autogobierno civil, en el que aún hoy participan todas las partes del mosaico multiétnico de población.
Llegó a Deir ez-Zor a principios de 2018 y continuó su compromiso con la fraternidad de los pueblos en condiciones difíciles y peligrosas. Después trabajó en Damasco para organizar a los kurdos que viven allí y establecer conexiones con otros movimientos de mujeres. Hizo especial hincapié en el trabajo educativo con los árabes y todas las mujeres de Siria.
Más recientemente estuvo en el Kurdistán de Sur para el movimiento de mujeres, donde fue asesinada el 18 de enero. El atentado de Kirkuk fue otro intento de reprimir por todos los medios la lucha de liberación de las mujeres kurdas. Zelal Zagros era también camarada de Evîn Goyî (Emine Kara), asesinada a tiros en París el 23 de diciembre de 2022.
La Comunidad de Mujeres del Kurdistán (KJK) afirmó en un comunicado que desde el asesinato de Sakine Cansız (Sara), Fidan Doğan (Rojbîn) y Leyla Şaylemez (Ronahî) el 9 de enero de 2013 en París, en el Kurdistán Norte, Sur y Oeste, decenas de mujeres revolucionarias, políticas y activistas kurdas han sido asesinadas. La declaración decía: "El Estado turco actúa como una red de asesinos para debilitar el nivel de lucha alcanzado por las mujeres kurdas. Supone que puede disuadir a las mujeres y a los kurdos de luchar por la libertad y la resistencia mediante masacres. Sin embargo, las prácticas de resistencia de las mujeres kurdas en las últimas cinco décadas demuestran que esto es un gran error. Cada masacre y cada ataque han reforzado la voluntad de las mujeres kurdas y fortalecido su determinación de mantener su lugar en las filas de la lucha revolucionaria."