Hasta 13 personas del Kurdistán fueron detenidas durante redadas realizadas por la policía en las ciudades francesas de Marsella, París y Draguignan a principios de esta semana. La policía asaltó varios apartamentos y el Centro de la Comunidad Democrática Kurda.

Tras 4 días de interrogatorios, 4 de los detenidos fueron puestos en libertad con la condición de ser supervisados judicialmente, mientras que los otros 9 comparecieron anoche ante el juez.  

De los 9 detenidos, acusados de "tener conexiones con el terrorismo y proporcionar financiación", 7 fueron enviados a prisión. Otro fue condenado a llevar brazalete electrónico y el otro fue puesto en libertad bajo condición de supervisión judicial.

Llama la atención que las redadas y detenciones en Marsella y París se produjeron tras una conversación entre el dictador Erdogan y el presidente francés Macron a principios de marzo. Obviamente, la acción, para la que no se dio ninguna justificación, es un intento de intimidación. Todavía no se ha castigado a nadie por el nefasto asesinato de los tres revolucionarios en París, y los autores aún no han sido identificados.

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