Durante más de 21 meses, no se han recibido noticias del líder kurdo Abdullah Öcalan y sus compañeros de prisión Ömer Hayri Konar, Veysi Aktaş y Hamili Yıldırım, quienes han estado recluidos en aislamiento agravado durante 24 meses en la Prisión de Alta Seguridad Tipo F en la isla de Imrali.

El bufete de abogados de Asrın, que representa a Öcalan y a otros prisioneros en Imrali, ha visto repetidamente rechazadas sus solicitudes para visitar Imrali por motivos de “castigos disciplinarios” y “prohibiciones de visitas”.

La presidencia de la Junta Disciplinaria de Imrali emitió una prohibición de visitas familiares de tres meses a Öcalan y sus compañeros de prisión en mayo. Después de que expirara esta prohibición el 15 de septiembre, los abogados del bufete de abogados de Asrın presentaron otra solicitud a la Oficina del Fiscal General de Bursa el 16 de septiembre, exigiendo que se permitiera la visita de las familias. La solicitud quedó sin respuesta, al igual que otra solicitud presentada ante la Oficina del Fiscal General de Bursa y la Dirección de Instituciones Penales de Imrali el 23 de septiembre.

Los abogados se dirigieron entonces al Juez de Ejecución de Bursa, expresando su rechazo a cualquier acción disciplinaria y exigiendo que se le entreguen las decisiones de muestra en el expediente. Esta solicitud del 5 de octubre también quedó sin respuesta, citando un castigo disciplinario de tres meses emitido por la Presidencia de la Junta Disciplinaria de Imrali el 9 de septiembre, que supuestamente finalizó el 28 de septiembre. Las autoridades ignoraron la objeción de los abogados a la decisión en cuestión.

Con la expiración de la acción disciplinaria del 9 de septiembre el 9 de diciembre, los abogados presentaron tres solicitudes más del 15 al 23 de diciembre de 2022 y el 3 de enero de 2023 a la administración penitenciaria y la fiscalía. Estas solicitudes tampoco fueron concluyentes.

Según la Agencia Mezopotamya (MA), la Oficina del Juez de Ejecución de Bursa ha notificado a los abogados de una nueva prohibición de visitas familiares de tres meses para Abdullah Öcalan y sus compañeros de prisión el 4 de enero. La acción fue descrita como un “castigo disciplinario”, cuyos motivos y detalles, sin embargo, no se mencionaron.

El 10 de enero, los abogados presentaron una objeción a la decisión y el Tribunal Penal de Bursa la rechazó el mismo día.

Los abogados del bufete de abogados de Asrın anunciaron que presentarían una demanda ante el Tribunal Constitucional contra la prohibición en cuestión.