Abatieron a militantes vinculados a ISIS que tomaron como rehenes a guardias de prisiones en Rusia

Las autoridades rusas anunciaron la muerte de seis militantes vinculados a ISIS que tomaron como rehenes a dos guardias en una prisión en el sur del país.

ISIS

Las fuerzas especiales rusas liberaron a dos guardias que se encontraban como rehenes y abatieron a tiros a seis reclusos vinculados al grupo militante Estado Islámico que los habían reducido en el centro de detención en la ciudad sureña de Rostov este domingo, según la información publicada en  medios rusos.

Los medios estatales dijeron que algunos de los hombres habían sido condenados por delitos de terrorismo y estaban acusados de afiliarse al grupo militante Estado Islámico, que se atribuyó la responsabilidad de un ataque mortal contra una sala de conciertos de Moscú en marzo.

"Durante la operación especial para liberar a los rehenes en el centro de detención preventiva número 1 del Servicio Penitenciario Federal de Rusia en la región de Rostov, los criminales han sido eliminados, los empleados que estaban retenidos como rehenes han sido liberados y están a salvo", dijo a TASS el Servicio Penitenciario Federal de Rusia para la región de Rostov.

Unas horas antes, la administración penitenciaria había dicho que dos guardias habían sido retenidos por presos en el centro de detención número 1 en la región de Rostov, la puerta de entrada de Rusia al Cáucaso.

Según una fuente de seguridad entrevistada por la agencia estatal de noticias TASS, entre los secuestradores había miembros de ISIS que debían comparecer ante el tribunal acusados de "terrorismo".

Según la misma fuente, los atacantes se habían escondido en el patio del centro de detención con una navaja, una porra y un hacha.

Según Interfax, los atacantes exigieron que se les proporcionara un automóvil y se les permitiera abandonar la prisión n a cambio de la liberación de los rehenes.

Rusia ha sido repetidamente blanco de ataques reivindicados por ISIS.

El 22 de marzo, hombres armados abrieron fuego contra una sala de conciertos cerca de Moscú, asesinando al menos a 144 personas e hiriendo a centenares más. Fue el ataque más mortífero en suelo ruso desde 2004.

Desde entonces, más de 20 personas han sido detenidas, entre ellas cuatro atacantes, todos ellos presuntamente procedentes de Tayikistán, una antigua república soviética de Asia Central fronteriza con Afganistán. ISIS se atribuyó la responsabilidad del ataque.