El 27 de febrero, una delegación del Partido por la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (Partido DEM) visitó a Abdullah Öcalan, que sigue preso en la isla de Imrali en condiciones de aislamiento agravado al margen de toda legalidad desde 1999. En una declaración leída por la delegación en una concurrida rueda de prensa celebrada en Estambul, Öcalan hizo un llamamiento al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) a deponer las armas. El abogado Faik Özgür Erol, miembro de la delegación y abogado de Öcalan, ha compartido en una entrevista detalles de la reunión.
¿Cómo transcurrió la visita? ¿De qué habló con Öcalan? ¿Cuál fue su reacción cuando le leyó el llamamiento?
En primer lugar, para nosotros y nosotras fue una visita increíblemente valiosa e impactante. Después de tantos años, poder observar las condiciones de vida en Imrali, empaparse de la atmósfera que reina allí y volver a encontrarnos cara a cara con el señor Öcalan fue profundamente significativo. Muchos de mis colegas del bufete de abogados Asrın han dedicado años de esfuerzo a conseguir acceso a él, a supervisar sus derechos y condiciones y a establecer un diálogo directo con él. Cada uno de ellos ha contribuido enormemente. Además de eso, muchas figuras políticas también han trabajado incansablemente en este proceso. Y, lo más importante, una parte importante de la población ha seguido de cerca esta situación, esperando que se pusiera fin al aislamiento impuesto allí. En verdad, esta visita fue el logro colectivo de todos estos esfuerzos. Durante la visita, tuvimos la oportunidad de reunirnos no solo con el Sr. Öcalan, sino también con el Sr. Hamili Yıldırım, el Sr. Veysi Aktaş y el Sr. Ömer Hayri Konar. Fue una conversación sincera y agradable, lo que hizo que la visita fuera aún más significativa.
El tema central de la reunión fue el propio llamamiento. Todos estábamos presentes, nuestra delegación al completo, y el debate se desarrolló de forma colectiva. Por supuesto, la voz principal de la conversación fue el señor Öcalan. En primer lugar, adoptamos una posición de escucha. A veces, el debate se convirtió en un intercambio de preguntas y respuestas. Presentó un documento escrito a mano y dijo: “Tengo que ponerle un título; estoy considerando llamarlo ‘Llamamiento a la paz y a una sociedad democrática’”. Desde el principio, lo enmarcó con ese título. Luego, comenzó su análisis del documento. Primero, nos lo leyó en voz alta. Mientras lo leía, hizo una pausa en ciertos puntos, explicando cada párrafo en detalle. Como resultado, la reunión de tres horas y media se transformó en un debate en profundidad de cada sección del texto. Comenzó revisando la relación histórica entre kurdos y turcos. Luego, se explayó sobre los esfuerzos, que se remontan a la época de Özal, para resolver este conflicto en curso. En algunos pasajes explicó la intervención de los golpistas que obstaculizaron estos esfuerzos. Lo desglosó, párrafo por párrafo, de manera metódica.
Öcalan básicamente les explicó el subtexto completo de lo que se ha analizado en los medios durante días, ¿no?
Sí. Entiendo realmente este esfuerzo por descifrar sus palabras. Como el documento en sí tiene sólo una página y media, y quienes están profundamente involucrados en este tema no han tenido la oportunidad, como nosotros y nosotras, de escuchar su explicación completa durante un período prolongado, ahora están tratando de analizarlo frase por frase. Sus esfuerzos son significativos. Sin embargo, en cierto modo, también parece injusto.
¿Por qué?
Es injusto tanto para estas personas como para el propio Sr. Öcalan. En un asunto de tanta importancia, que todo el mundo sigue de cerca, Öcalan debería tener los medios para comunicarse más allá de un documento de una página y media. Por supuesto, puedo tratar de transmitir lo que quiso decir lo mejor que pueda. Pero, en realidad, esto no sería del todo exacto ni éticamente apropiado. Debe ser él mismo quien explique y articule sus pensamientos. Cualquiera que busque comprender, aprender y relacionarse con sus ideas debería poder comunicarse con él directamente. Pensar de otra manera simplemente no sería correcto. Hay que eliminar al intermediario y permitir que la voz fundamental hable directamente.
Hablando de eso, usted también fue testigo de las condiciones de aislamiento allí. Sí, todos vieron a Öcalan en una fotografía, pero ¿cómo es su estado de salud? ¿Qué impresiones tiene de su vida cotidiana allí?
El señor Öcalan parecía más fuerte y enérgico de lo que parecía en la fotografía. En ese sentido, no creo que la foto reflejara totalmente la realidad. Estaba más erguido, más decidido y de mejor ánimo. Y hay una realidad innegable: el señor Öcalan ha estado allí durante 26 años, soportando esas condiciones. Este hecho nunca debe pasarse por alto. Vivir en un aislamiento tan severo durante 26 años, con medios de comunicación extremadamente limitados y con el contacto con el mundo exterior casi totalmente cortado, y aún así poseer la fuerza y la voluntad para gestionar un proceso tan crítico en su totalidad, es realmente notable.
En un momento dado, cuando un par de nuestros compañeros de la delegación sugirieron: “Quizás podríamos quedarnos aquí un tiempo para ayudarle y discutir estos asuntos con usted”, sonrió y respondió: “No podrían soportar este lugar”. La verdad es que no es tan fácil como se podría pensar. Incluso después de tres horas y media o cuatro de debate y análisis, siguió participando en el debate y considerando sugerencias. Sí, pudimos observar los efectos físicos del aislamiento, pero a pesar de todo, su moral se mantuvo alta y se mostró excepcionalmente sereno.
¿Cómo participaron los demás presos en el debate y la reunión?
El Sr. Öcalan dirigió el debate con sus valoraciones, mientras que los demás se limitaron a escuchar. Sin embargo, una vez que terminó la presentación inicial y la conversación pasó a un debate mutuo y a sugerencias, ellos también empezaron a expresar sus pensamientos. Cuando tuvimos la oportunidad de compartir una comida juntos, pudimos tener una conversación más profunda sobre sus condiciones, necesidades y cualquier mensaje que quisieran transmitir. Es importante recordar que ellos también fueron traídos a la isla en 2015. Desde entonces, no han visto a ningún abogado y, en los últimos cinco años, no han tenido contacto con sus familias. Si mal no recuerdo, solo dos de ellos pudieron hacer una breve llamada telefónica en 2021. Naturalmente, también sentían curiosidad por el mundo exterior. Después de todo, durante su tiempo de aislamiento ocurrieron grandes acontecimientos mundiales: la pandemia de la COVID-19, terremotos devastadores y muchos otros acontecimientos importantes. También tuvimos la oportunidad de hablar con ellos sobre estos acontecimientos.
En estas condiciones, ¿en qué fuentes se apoya Öcalan para analizar y elaborar este proceso? ¿Ha podido obtener alguna información al respecto?
Desde hace tiempo conocemos la capacidad de Öcalan para pensar, analizar y producir ideas. Incluso con un acceso muy restringido, ha logrado crear numerosas obras. Sus últimas presentaciones y defensas importantes en la década de 2000 fueron particularmente sorprendentes, y ha transcurrido un tiempo considerable desde entonces. Por lo que sabemos a partir de los encuentros celebrados entre 2013 y 2015, su marco intelectual y su cuerpo de pensamiento han experimentado una profunda renovación y un progreso significativo en la última década. En particular, en sus análisis de la historia de las mujeres, ha desarrollado evaluaciones profundas que se remontan a tiempos muy remotos. Del mismo modo, en sus críticas al socialismo y al comunalismo ha ido más allá de la democracia, incorporando ahora un análisis aún más sólido del Estado. Además, su perspectiva histórica sobre las relaciones turco-kurdas es digna de mención. Lo que realmente llama la atención es la facilidad con la que recuerda fechas, conceptos y cifras, y los presenta con una fluidez y precisión excepcionales. Durante nuestra conversación, nos dijo: “Podría escribir un estudio de seis partes, en particular sobre el socialismo”. En un momento de nuestra comida, Veysi Aktaş comentó: “Si pudiera poner por escrito sus pensamientos, sería algo extraordinario. Está pensando en hacerlo y le estamos animando”. Ahora, todos tendremos que esperar y ver qué pasa.
Como su abogado, también ha sido testigo de primera mano de estas condiciones. ¿Por qué es urgente y necesario levantar el aislamiento en Imrali y discutir el derecho a la esperanza?
Hemos sido los abogados del Sr. Öcalan durante muchos años. Desde el principio, nuestro principal objetivo ha sido su libertad. Eso no ha cambiado, y hoy está aún más claro que las circunstancias exigen un cambio. La cuestión que llamamos el “derecho a la esperanza” proporciona la base legal para esta necesidad, mientras que su declaración pública ha sentado ahora su base política. Al mismo tiempo, reconocemos que este proceso tiene su propia dinámica. Se ha establecido un diálogo entre las partes interesadas. Por fuera, hay una delegación política y un partido político, y por otro lado, hay una organización que es la destinataria directa de este llamamiento. Dentro de este círculo de diálogo, es comprensible que algunos aspectos del proceso puedan desarrollarse gradualmente y según un marco planificado. No lo discuto. Sin embargo, en esta etapa, la prioridad debe ser garantizar su libertad de trabajo y comunicación.
En primer lugar, el señor Öcalan ha trazado un marco muy amplio para esta cuestión. No es realista ni aceptable limitar este marco a un documento de una página y media. Debe ser capaz de explicarlo completamente. Debe ser capaz de comunicarlo a sus compañeros y compañeras. Debe ser capaz de abordarlo y articularlo directamente al público. Para eso, necesita la capacidad de hablar libre y directamente. Por eso es necesario ampliar los canales de comunicación. El debate ya no debe centrarse en si debe existir el aislamiento, porque no debe existir. De hecho, tampoco debe tratarse de las condiciones estándar de prisión. Su capacidad de expresarse debe ser completamente restaurada.
En segundo lugar, hay muchos oponentes a este proceso, ya sea dentro de Turquía, entre la comunidad kurda o entre las potencias extranjeras. Estamos siendo testigos de una avalancha de propaganda, llena de críticas y acusaciones de aquellos que ni siquiera se han tomado el tiempo de leer o comprender el texto. Sin ningún esfuerzo por analizar o involucrarse con la declaración, se apresuran a desarrollar todo tipo de narrativas en contra. Para proteger y salvaguardar este proceso, el propio Öcalan debe poder responder directamente. Por supuesto, como delegación, abogaremos por ello y defenderemos su necesidad. No tenemos ninguna duda al respecto. Sin embargo, esta cuestión no debe tratarse a través de intermediarios. La voz principal debe poder hablar por sí misma.
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