“El PKK [Partido de los Trabajadores del Kurdistán] experimentará una transformación. No se trata sólo de la disolución de una organización, se trata de evolucionar en línea con los principios democráticos”, dijo Mustafa Karasu, integrante de la Unión de Comunidades de Kurdistán (KCK), en una entrevista televisada con Medya Haber TV. Sus comentarios marcan un momento crítico en la trayectoria del movimiento kurdo, ya que reafirmó que el PKK celebrará un Congreso para discutir cambios estratégicos en respuesta al llamado de Abdullah Öcalan del 27 de febrero.

Karasu, un veterano de la lucha kurda, es considerado una figura ideológica clave dentro de la dirigencia del PKK. Su papel en la configuración del movimiento abarca décadas, desde su participación en su período fundacional hasta su supervivencia en la tristemente célebre huelga de hambre en la prisión de Diyarbakır (Amed) en 1982, durante la cual soportó 56 días de inanición mientras cuatro de sus compañeros de detención perdieron la vida. Su compromiso con el movimiento kurdo se ha mantenido inquebrantable, y sus recientes comentarios dan una idea de la dirección que el PKK se propone tomar en respuesta al llamamiento de Öcalan.

“Esto no es el fin, es un nuevo comienzo para el compromiso político. El PKK ha construido valores y los llevará adelante en un nuevo formato. El movimiento no desaparecerá, pero adoptará una forma diferente, más política y democrática. La lucha continuará y el compromiso con nuestro pueblo sigue inquebrantable”, aseguró.

En relación con la reciente declaración unilateral de alto el fuego del PKK, Karasu instó al gobierno turco a corresponder. “Hemos declarado un alto el fuego. El Estado también debe detener sus ataques. Si no lo hace, será un acto de sabotaje contra la paz”, advirtió. Además, remarcó que la paz requiere un compromiso mutuo.

“El fin del conflicto armado debe ser respondido con medidas concretas por parte del otro lado. Si el Estado turco continúa sus operaciones contra los combatientes kurdos, entonces quedará claro quién está obstruyendo la paz. Hemos tendido la mano y debemos responder con sinceridad”, señaló.

Karasu también se refirió al debate en curso sobre el “derecho a la esperanza”, destacando la situación jurídica de Öcalan, que se encuentra en aislamiento absoluto desde 2019. “Se ha hecho el llamamiento. Ahora, deben cumplirse las condiciones jurídicas y políticas. El derecho a la esperanza es un derecho humano fundamental y debe implementarse”, dijo, en referencia a las normas jurídicas que exigen que los presos que cumplen condenas de larga duración puedan optar por la liberación después de 25 años. 

Karasu además destacó el papel esencial de Öcalan en el proceso de paz: “El papel de Öcalan en el proceso de paz es innegable. Se le debe permitir participar libremente. El Estado no puede convocar al diálogo y mantenerlo en un aislamiento absoluto. Su libertad es una necesidad, no una cuestión de negociación. Si realmente quieren una solución democrática, deben empezar por reconocer al líder de este movimiento”.

FUENTE: Medya News / Traducción y edición: Kurdistán América Latina