Los kurdos y sus amigos protestan contra el aislamiento de Abdullah Öcalan con una acción en Sydney por el Centro Democrático de la Comunidad Kurda (DKTM).

En una declaración hecha en nombre de los organizadores en la protesta celebrada en la plaza del Ayuntamiento, se hincapié en que el aislamiento del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan nunca será aceptado. Los activistas afirmaron que debe ser puesto en libertad.

Llamando la atención sobre la creciente preocupación tras la última visita del Comité para la Prevención de la Tortura (CPT), el Comité Organizador dijo: "Nuestros dirigentes llevan 24 años aislados. Llevan 21 meses sin recibir visitas de abogados ni familiares. No aceptamos el aislamiento y lucharemos constantemente hasta que el líder kurdo esté libre".

Peter Boyle, periodista del semanario Green Left Weekly, pidió al gobierno australiano que presionara al gobierno turco para que pusiera fin al aislamiento.

Boyle dijo: "Abdullah Öcalan, líder fundador del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), cumple cadena perpetua en la prisión de la isla de İmralı, en el noroeste de Turquía, desde 1999. 

Está totalmente incomunicado desde que mantuvo una breve e interrumpida llamada telefónica con su hermano en marzo de 2021. 

"La última visita en persona de sus abogados fue en marzo de 2020"

Boyle añadió: "El Comité Europeo para la Prevención de la Tortura (CPT) tiene autoridad para visitar la prisión independientemente de Turquía, y reunirse con el Sr. Öcalan si lo consideran oportuno. En septiembre, una delegación del CPT visitó İmralı, pero no se reunió con Öcalan.

Privar al Sr. Öcalan de todo contacto con el mundo exterior constituye un castigo cruel e inusual, prohibido tanto por la Ley de Ejecución de Penas de Turquía como por las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos. 

El aislamiento prolongado también está reconocido como una forma de tortura. Naciones Unidas ha considerado tortura mantener a los presos más de 15 días sin contacto humano significativo".

Boyle continuó: "La prohibición de comunicarse con sus abogados viola el derecho de Öcalan a la representación legal, reconocido tanto en la legislación turca como en el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

El gobierno australiano debe hacer las más enérgicas gestiones ante Turquía para que ponga fin de inmediato a esta obscena violación de los derechos humanos y del Estado de derecho.

Debe hacer campaña en todos los foros internacionales para que se saque inmediatamente al Sr. Öcalan de su régimen de aislamiento y se le permita recibir visitas de abogados y familiares.

Debería hacer campaña por su puesta en libertad, porque sería un gran paso hacia la paz y la justicia en Oriente Medio.

Nuestro primer ministro Anthony Albanese fue una de las muchas personas que durante la campaña contra el apartheid sudafricano pidió la libertad de Nelson Mandela como un paso hacia la paz y la justicia.

Abdullah Öcalan es el Nelson Mandela de los kurdos. Tiene que ser liberado si queremos que haya paz y justicia".