En Amed, los partidarios de Hüda Par se muestran cada vez más violentos. El partido islamista, que entró en el Parlamento turco el año pasado en la lista del AKP con cuatro diputados, tiene vínculos con el Hezbolá kurdo, que en los años 90 cometió asesinatos en el Kurdistán como organización paramilitar (Hizbulkontra) por encargo del Estado turco
En junio de este año, una multitud atacó un acto cultural en un parque de Amed al grito de "Allahu Akbar". Los atacantes fueron puestos en libertad tras ser interrogados. La semana pasada, tres hombres enmascarados dispararon contra cafés del casco antiguo de Sûr. En los dos últimos meses se han registrado un total de cinco incidentes en los que se ha atacado especialmente el modo de vida de las mujeres.
El hecho de que el movimiento kurdo-islamista reciba el apoyo del Gobierno turco lo confirma la política del Partido DEM Ceylan Akça Cupolo. La diputada de Amed declaró a ANF que en los últimos 45 días se han producido en la ciudad los actos que el ex ministro del Interior Süleyman Soylu había anunciado como "una medida estratégica y una ofensiva sociológica". Akça Cupolo afirmó: "En nuestra opinión, no se trata de acciones individuales ni de casos aislados. Se trata de un veneno preparado por la policía y los servicios secretos para atraer a la población del Kurdistán. Es bastante evidente que Hizbulkontra también se ha unido a la coalición AKP-MHP"
Akça Cupolo añadió: “El Estado quiere luchar contra el movimiento de liberación kurdo con una ‘estructura político-militar similar a la del ISIS’ y para ello ha reactivado el Hizbulá, que había sido suspendido temporalmente. El primer objetivo de los ataques son las mujeres, porque la liberación de la mujer es el tema central del movimiento kurdo y es lo que lo hace fuerte. Los ataques tienen como objetivo excluir a las mujeres de la vida social y expulsarlas de los espacios públicos”.
Por este motivo, no se puede esperar que la justicia tome medidas contra los autores, advirtió la diputado del Partido DEM, que afirmó: “En este contexto histórico y actual, no tenemos otra opción que defender nosotras y nosotros mismos nuestros espacios de convivencia y garantizar nuestra defensa. En un país en el que la ley y la seguridad se han derrumbado, no parece haber otra solución”.