En un acto conjunto, representantes del Ejército y de la oposición, acompañados por mediadores de Etiopía y la Unión Africana (UA), confirmaron que se había alcanzado un acuerdo.

Este incluye la celebración de unas futuras elecciones democráticas en un perdiodo de tres años y tres meses.

La figura de la UA, Mohamed Hassan Labat, dijo que el domumento es un "gran acuerdo que representa un paso decisivo y abre una nueva era".

Aunque el acuerdo no se ha hecho público en su totalidad, si se ha informado que contempla la creación de un Consejo Soberano, un gobierno de transición, compuesto a partes iguales por 5 responsables del Ejército y de la sociedad civil y un onceavo miembro que será consensuado por ambas facciones.

El Consejo estará presidido por un militar durante los primeros 21 meses de actividad, mientras que el resto del mandato lo ocupará un presidente civil, hasta la celebración de las elecciones generales.

Es significativo que el representante del Ejército en la firma del acuerdo fuera el General Mohamed Hamadan Dagalo, más conocido como Hemeti, segundo al mando de la Junta Militar y jefe de las Fuerzas de Apoyo Rápido, la fuerza paramilitar que suprimió el campamento de protesta alrededor del Cuartel General del Ejército en Jartum, el 3 de junio. Una represión que causó más de 100 muertos y un gran número de heridos.

La ruptura de las conversaciones fue respondida por la oposición con el mantenimiento de fuertes movilizaciones y constantes protestas, prácticamente paralizando la vida normal del país.

Aunque la Junta Militar recibió en su momento el apoyo de Arabia Saudita, los Emiratos Árabes y Egipto, la Unión Africana mostró una posición de condena rápida y firme, excluyendo a Sudán de la organización y anunciando fuertes sanciones económicas y políticas en el plazo de un mes, si no se detenía la represión y se reanudaban las conversaciones.

Todavía se desconocen los puntos de acuerdo que se refieren a las discrepancias entre las partes, en cuanto a la designación de las autoridades judiciales y el Fiscal General, y la afirmación del Ejército de que los miembros del Consejo gozaban de "inmunidad absoluta".

Es importante recordar que toda la región sufre de viejos conflictos internos e internacionales, y que también se encuentra frente a las costas de Yemen, todo ello acompañado de altos niveles de pobreza, desplazamientos de población y fuertes sequías cíclicas, mientras que la zona se considera extremadamente rica en recursos naturales.

Igualmente significativo es el papel de mediador adoptado por Etiopía, dado que el año pasado este país firmó un acuerdo de paz con Eritrea, sobre límites fronterizos y cooperación mutua, cerrando un conflicto de más de treinta años, abriendo así una dinámica de paz y estabilidad que ha tenido un impacto positivo en sus países vecinos.