El viernes pasado, una acción de protesta tuvo lugar frente al Consulado de Francia en Buenos Aires, Argentina. Diversas organizaciones de DDHH y en solidaridad con Kurdistán participaron en la acción, incluyendo el Espacio de Memoria Verdad y Justicia, Pañuelos en Rebeldia, Ni Una Menos y las Madres de Plaza de Mayo. Las y los activistas exigieron una explicación de los ataques de París y una reunión con el embajador.
Las demandas fueron entregadas en la embajada junto con un expediente informativo dirigido a la embajadora María Claudia Barbará Guadalupe Scherer-Effosse. La acción terminó con la consigna "Jin Jiyan Azadî" (Mujer, Vida, Libertad).
En la carta presentada, las organizaciones hablaron de la masacre en París ocurrida el pasado diciembre, donde murió la referente kurda Evin Goyi, junto con el artista kurdo Mir Perwer y el activista Abdullrahman Kızıl. Calificaron los hechos como “un asesinato por motivos políticos, dirigido contra el movimiento de liberación de los kurdos”.
En la carta se relaciona la nueva masacre con la ocurrida el 9 de enero de 2013, en la que fueron asesinadas Sakine Cansız, Fidan Doğan y Leyla Şaylemez. En ese sentido, advirtieron que “al proteger a los verdaderos autores” de la masacre de 2013, las autoridades francesas “abrieron el camino a la 2ª Masacre de París contra los kurdos”.
Texto completo de la carta:
El día 23 de diciembre de 2022, fue asesinada en Paris Emine Kara, cuyo nombre como parte del Movimiento de Mujeres de Kurdistan era Evin Goyi, junto con el artista kurdo Mir Perwer y el activista Abdullrahman Kızıl. El asesino disparó certeramente contra ellos e hirió a otras tres personas, que pertenecen a la comunidad kurda de París. Este atentado es más que un ataque racista, como lo presentan las autoridades locales y nacionales. Es un asesinato por motivos políticos, dirigido contra el movimiento de liberación de los kurdos.
Emine Kara, llevaba casi tres décadas luchando por la libertad de las mujeres y de su pueblo. Era una de las mujeres que encarnaban la filosofía de Jin Jiyan Azadî -Mujer, Vida, Libertad- con su vida y su lucha feminista y antipatriarcal. Ella fue asesinada selectivamente como representante del movimiento de mujeres kurdas en Francia, coincidiendo con el 10º aniversario de la Masacre de París.Este ataque armado tuvo lugar en el momento en que los kurdos de París se preparaban para conmemorar el asesinato de tres mujeres kurdas en la misma ciudad hace 10 años, el 9 de enero del 2013,en el cual un criminal, reclutado por los servicios de inteligencia turcos, asesinó a Sakine Cansız, fundadora y dirigente del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), historia viva del Movimiento de Liberación de las Mujeres Kurdas, junto a Fidan Doğan y Leyla Şaylemez. Los autores fueron encubiertos bajo el pretexto del “interés nacional”.
Las autoridades francesas son responsables de ocultar la verdadera razón del asesinato del 9 de enero de 2013. Al proteger a los verdaderos autores abrieron el camino a la 2ª Masacre de París contra los kurdos. Si las declaraciones de los representantes del Estado en Francia y en otros lugares son autenticas, entonces deberían actuar para llevar a los verdaderos asesinos ante la justicia. El pueblo kurdo, así como el Movimiento de Liberación de las Mujeres Kurdas, esperan el pleno esclarecimiento de ambas masacres y que se haga justicia. Pero mientras los verdaderos autores sigan protegidos, las condenas de las autoridades francesas, así como de otros representantes estatales, no son más que frases vacías.
No importa quién haya apretado el gatillo, nosotros conocemos a los verdaderos asesinos.
Hace casi 10 años, el Estado turco inició asesinatos sistemáticos contra figuras destacadas del Movimiento de Mujeres Kurdas. La 1ª Masacre de París es el punto de partida de estos ataques estratégicos que tienen como objetivo destruir el liderazgo de las mujeres en la revolución del Kurdistán. El Estado turco misógino-fascista es muy consciente del papel dirigente del Movimiento de Liberación de las Mujeres Kurdas, organizado autónomamente, en la resistencia. La exigencia de Jin Jiyan Azadî (Mujer, Vida, Libertad) que hoy está resonando en todo el mundo, es el símbolo de una revolución de mujeres que tiene sus raíces en el movimiento de mujeres autoorganizadas para liberar la vida.
Al atacar y asesinar a figuras destacadas del Movimiento de Mujeres Kurdas, el Estado turco intenta sofocar la revolución de las mujeres, que aspira a liberar a todos los oprimidos y explotados.
Como activistas y organizaciones en solidaridad con Kurdistan, condenamos vehementemente al Estado asesino turco y sus feminicidios políticos. Instamos al Estado francés a esclarecer plenamente cada uno de estos crímenes, a hacer que los autores directos rindan cuentas, a no sacrificar una vez más la justicia por intereses políticos y relaciones intergubernamentales.
Reafirmamos nuestra determinación con la revolución de las mujeres y la construcción de una vida libre a pesar de todos los ataques misóginos y fascistas. No permitiremos que el Estado turco y sus mercenarios destruyan nuestra lucha asesinando a nuestras compañeras y amenazando el liderazgo revolucionario de las mujeres.
Sin justicia no habrá paz.