El próximo martes, 24 de mayo, el juicio de 129b contra el activista kurdo Mirza B. continuará ante el Senado de Protección del Estado en el Tribunal Regional Superior de Múnich. El joven de 36 años, que fue detenido en mayo del año pasado, está acusado de presunta pertenencia a una organización "terrorista" en el extranjero, en este caso el PKK. El juicio comenzó el pasado viernes.
Para el próximo día del juicio está prevista una audiencia de la consejera académica de la Universidad de Bamberg, la Dra. Ellinor Morack, sobre la situación de los kurdos en Turquía. La experta responderá a las preguntas de las partes del proceso sobre la situación política en Turquía, especialmente en lo que respecta a la represión contra los kurdos. El objetivo es arrojar luz sobre los antecedentes personales del acusado y el entorno político en el que creció. El Rechtshilfefonds Azadî e.V., con sede en Colonia, que acompaña el proceso en Múnich, declaró: "La consideración de estos aspectos es esencial para una evaluación de las actividades políticas de acusados como Mirza B". No en vano, la defensa pide que se suspenda el proceso.
Como en todos los procedimientos similares, el juicio contra Mirza B. no trata de actos delictivos individuales. Más bien, una condena política está en el banquillo de los acusados. La base es la controvertida prohibición del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) de 1993 y la autorización del Ministerio Federal de Justicia para procesar a funcionarios desde 2011. El abogado Yunus Ziyal de Nuremberg, defensor del acusado, duda -como muchos otros abogados- de que esta autorización por motivos políticos pueda mantenerse a la vista de los acontecimientos en Turquía. En este momento, el PKK también está intentando que se levante la prohibición de sus actividades. Los abogados berlineses Lukas Theune y Peer Stolle han preparado una solicitud en este sentido, presentada la semana pasada al Ministerio Federal del Interior.
Grupo München International: 'Mirza es un preso político'
El grupo München International, que observa y acompaña críticamente el juicio contra Mirza B., se suma a la demanda de que se levante la prohibición del PKK en Alemania y se solidariza con el activista kurdo. "Puede que se trate del derecho aplicable, pero dudamos que se trate de la justicia. Mirza no es un criminal, sino un preso político", explica un miembro del grupo. "Este es un juicio político, se trata de intimidación y represión contra el movimiento kurdo por la libertad. En lugar de continuar con la criminalización, debe iniciarse finalmente un diálogo para que pueda haber un proceso de paz entre el PKK y el Estado turco."
Foto del título: Offenes Treffen gegen Krieg und Militarisierung Stuttgart