Las protestas contra los resultados de las elecciones iraquíes se vuelven violentas
Los habitantes de Bagdad protestaron contra los resultados de las elecciones. Al menos 125 personas resultaron heridas en el ataque de las fuerzas de seguridad.
Los habitantes de Bagdad protestaron contra los resultados de las elecciones. Al menos 125 personas resultaron heridas en el ataque de las fuerzas de seguridad.
Una gran fuerza militar afiliada a las Fuerzas del Orden se desplegó en torno a la plaza Tahrir y al puente de la República en Bagdad contra posibles acciones de protesta.
Un gran número de manifestantes que no aceptan los resultados de las elecciones del 10 de octubre en Irak rodearon anoche la Zona Verde de alta seguridad de Bagdad y el aeropuerto internacional. Se afirmó que las fuerzas de seguridad que atacaban a los manifestantes utilizaban armas. Los manifestantes portaban imágenes tachadas por el primer ministro iraquí, Mustafa Kazimi.
Se declaró que hubo enfrentamientos entre los manifestantes que querían avanzar hacia la puerta de la Zona Verde y las fuerzas de seguridad.
El Ministerio de Sanidad iraquí anunció que 125 personas resultaron heridas en las protestas de Bagdad, y añadió que 27 de los heridos eran civiles y 98 eran fuerzas de seguridad.
Los resultados de la votación parlamentaria del 10 de octubre mostraron que el bloque dirigido por el líder chiíta musulmán Moqtada al-Sadr obtuvo 73 escaños, manteniendo así su posición como el grupo más numeroso en el parlamento iraquí, compuesto por 329 miembros.
La Alianza de la Conquista (Fatah), brazo político del multipartidista Hashd al-Shaabi, antigua fuerza paramilitar proiraní, obtuvo unos 15 escaños, según los resultados preliminares. En el último parlamento, tenía 48, convirtiéndose en el segundo bloque más grande.
La comisión electoral independiente de Irak recibió más de 1.300 recursos tras las elecciones, presentados por el "marco de cooperación chiíta", un grupo ad hoc formado en su mayoría por grupos chiítas que obtuvieron malos resultados.
Tras una primera evaluación, la comisión desestimó la mayoría de las reclamaciones, alegando "falta de pruebas", y dijo que daría a conocer sus decisiones definitivas sobre el resto de los recursos antes de presentarlos al Tribunal Supremo para su certificación final.