Brasil: al menos 400 detenidos en Brasil por intento de golpe de Estado
La toma de la sede de los tres poderes democráticos de Brasil se ha saldado por ahora con 400 detenidos, después de que Lula decretara la intervención federal en Brasilia.
La toma de la sede de los tres poderes democráticos de Brasil se ha saldado por ahora con 400 detenidos, después de que Lula decretara la intervención federal en Brasilia.
La toma de la sede de los tres poderes democráticos de Brasil se ha saldado por ahora con 400 detenidos, después de que Lula decretara la intervención federal en Brasilia, apartando al gobernador Ibaneis Rocha, y asegurara que no habrá impunidad para los responsables de este ataque.
Después de horas de tensión, las fuerzas de seguridad de la Corte Suprema y policías antidisturbios han formado un dispositivo de choque que finalmente ha desalojado el Congreso Nacional, el Palacio de Planalto —sede del ejecutivo— y la Corte Suprema, tomados por miles de bolsonaristas cuyas acciones fueron mostradas en portadas de todos los medios, y en las redes sociales, a lo largo de este 8 de enero, remitiendo claramente a lo sucedido el 6 de enero de 2021 en el Capitolio, cuando otra muchedumbre, aquella vez compuesta por seguidores del presidente Donald Trump, quiso impugnar la victoria electoral de Biden tomando la sede del poder legislativo estadounidense con vistosos e inéditas atuendos. Los arrestados se enfrentarán a penas de hasta 12 años de cárcel por intento de golpe de Estado
Al ser domingo, los diversos edificios se hallaban vacíos. Ventanas rotas, muebles destrozados, y un clima de impunidad y arrogancia, es lo que han dejado miles de seguidores del ultra Jair Bolsonaro a su paso, que han podido acceder a los predios institucionales de Brasilia sin apenas resistencia de la policía, según ha denunciado horas después el propio Luiz Inácio Lula da Silva. El veterano líder, que tomó posesión como presidente el pasado 1 de enero, ha dado una rueda de prensa desde Sao Paolo, tras reunirse de emergencia con sus ministros, después de ser avisado de la avanzada golpista que estaba teniendo lugar en la capital administrativa del país.
El presidente se encontraba concretamente en la población de Araquara, a la que acudió junto a los ministros de Trabajo, Luiz Marinho; de Ciudades, Jader Filho, y de Desarrollo Nacional, Waldez Góes, después de que lluvias torrenciales hayan desbordado esa localidad dejando seis víctimas mortales. Además de con los ministros que le acompañaban, el mandatario se habría reunido por videoconferencia con los ministros de Defensa, José Mucio Monteiro; de Justicia, Flavio Dino, y de Relaciones Institucionales, Alexandre Padilha. También ha dejado claro en su cuenta de twitter que considera responsables de lo sucedido tanto a Bolsonaro como a los partidos que le apoyan.
La ofensiva bolsonarista culmina meses de tensiones tras la estrecha victoria en segunda vuelta del candidato del Partido de los Trabadores, el pasado 30 de octubre, concluyendo una campaña electoral marcada por la beligerancia de los seguidores del entonces presidente Jair Bolsonaro, quienes no cesaron durante los largos meses que precedieron a esta última cita en las urnas, de poner en duda que Lula pudiese acceder al poder sin cometer fraude en los comicios. Enarbolando esta misma narrativa, cientos de manifestantes superaron esta tarde la barrera policial que protegía los recintos institucionales, invadiendo la explanada de los ministerios, y ascendiendo por la rampa que da acceso a los edificios del Parlamento y del Senado.
Los manifestantes se habían concentrado en el cuartel general del Ejército —de hecho, en los últimos meses han acampado a las puertas de los cuarteles para exigir una “intervención” militar que impidiera la toma de posesión de Lula— desde donde han avanzado a las sedes de la democracia brasileña. Según denuncian testigos, los simpatizantes de Bolsonaro habrían sido casi guiados por la policía militar hasta alcanzar su objetivo.
Reacciones
Las reacciones no se han hecho esperar. En el Estado español, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez declaraba esta tarde: “Todo mi apoyo al presidente Lula da Silva y a las instituciones libres y democráticamente elegidas por el pueblo brasileño. Condenamos rotundamente el asalto al Congreso de Brasil y hacemos un llamamiento al inmediato retorno a la normalidad democrática”. Los partidos de la coalición han denunciado el golpe, mientras que Vox permanece en silencio y el secretario general del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha enviado ya en la noche un mensaje de apoyo institucional, en el que advertía: “No se puede ceder ante los populismos y la radicalidad”.
Mientras tanto en latinoamérica, Gustavo Petro ha pedido una reunión urgente de la OEA. “Toda mi solidaridad a Lula y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe. Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia. Es hora urgente de una reunión de la OEA, si quiere seguir viva como institución y aplicar la Carta Democrática”, afirmaba con contundencia el presidente colombiano en un tweet.
Desde México y Chile también han condenado el golpe. Mientras el ministro de exteriores mexicano comunicó en twitter: “Rechazamos cualquier intento en contra de las instituciones democráticas que se ha dado ese pueblo hermano”, Gabriel Boric, expresó su apoyo al gobierno de Lula “frente a este cobarde y vil ataque a la democracia”. Por su parte, la presidenta hondureña Xiomara Castro, tras mostrar su apoyo incondicional a Lula, interpelaba al resto de líderes del continente: “Llamo a los Presidentes de América Latina a trasladarnos a Brasil si fuera necesario a defender la democracia”, proponía en un tweet.
Más al norte, la congresista demócrata Alessandra Ocasio-Cortez, evocaba el asalto “fascista” al Capitolio: “Vemos a movimientos fascistas intentar hacer lo mismo en Brasil”. Tras mostrar su solidaridad con Lula, Ocasio-Cortez apuntaba: “Estados Unidos debe de dejar de ofrecer refugio a Bolsonaro en Florida".
Suspenden a gobernador de Brasilia por 90 días
El magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, Alexandre de Moraes, decidió suspender el domingo al gobernador del Distrito Federal de Brasilia, Ibaneis Rocha, por 90 días, tras los violentos acontecimientos protagonizados por simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro.
De acuerdo al juez Moraes, el gobernador Ibaneis Rocha, tenía conocimiento de los preparativos de las acciones violentas, debido a que hechos de tal naturaleza sólo podrían ocurrir con el consentimiento y participación efectiva de las autoridades competentes en materia de seguridad pública de Brasilia.
"Absolutamente nada justifica la omisión y conspiración del secretario de Seguridad Pública y del gobernador del Distrito Federal con delincuentes que previamente anunciaron que cometerían actos violentos contra los poderes constituidos", escribió el ministro del STF.
El magistrado Moraes, que también ordenó a las fuerzas de seguridad federales de Brasil a actuar para liberar cualquier tipo de vía o edificio público ocupado por partidarios del expresidente Jair Bolsonaro en todo el país.
Alexandre de Moraes, resaltó que la organización de los actos golpistas era un hecho notorio y sabido, que fue divulgado por la prensa hegemónica de Brasil.
El juez responsabilizó al gobernador Rocha de los hechos, quien horas antes había pedido disculpas al presidente Lula y a la cúpula de los poderes Legislativo y Judicial por los graves acontecimientos ocurridos en la capital brasileña.
Ante los hechos de violencia en la capital del país suramericano, el presidente Lula da Silva decretó la intervención federal del área de seguridad de Brasilia hasta el próximo 31 de enero, con lo que las policías regionales estarán bajo control del Gobierno central durante ese periodo.
Según varios medios locales, alrededor de 300 personas han sido detenidas por los actos vandálicos en Brasilia, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunidad internacional.
Fuente: Telesur/El Salto