Hasta la mañana del sábado, Brasil había reportado casi 16’4 millones de casos de Covid-19 y 459.171 muertes relacionadas con el virus.
Hoy, la gente ha salido a las calles para protestar contra el caos creado por la mala gestión de la pandemia de la Covid-19 por parte del presidente Jair Bolsonaro en más de 200 ciudades.
La gente pide más vacunas, mejor salud pública, educación pública gratuita y, sobre todo, que Bolsonaro rinda cuentas por el mal manejo de la pandemia.
Bolsonaro sigue luchando contra cualquier restricción sanitaria para detener la propagación de la Covid-19, a pesar de los llamamientos internacionales de los países vecinos, de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del pueblo brasileño.
El 23 de mayo, el presidente dijo en un mitin en Río de Janeiro: “Sin pruebas científicas, gobernadores y alcaldes han impuesto confinamiento o toques de queda (...) Estamos dispuestos a tomar todas las medidas necesarias para garantizar vuestra libertad”.
Bolsonaro está siendo investigado por una Comisión Senatorial que debe evaluar sus políticas en relación a la Covid-19. Sin embargo, no es probable que esta investigación conduzca a su destitución, ya que el Congreso parece ser leal al presidente derechista.