Cambio de gobierno en Andalucía: más allá de lo electoral

El cambio de gobierno en Andalucía tiene mucho más que ver con la crisis existencial que atraviesa el Estado español que con las propuestas electorales concretas de los partidos presentes en esa región.

Por primera vez desde el final de la dictadura, la región de Andalucía, la región más grande y poblada del país ibérico, estará gobernada por una coalición de partidos de derecha, con el apoyo parlamentario del emergente ala de extrema derecha Vox, que Les garantiza la mayoría absoluta.

El acuerdo político-institucional, anunciado esta semana, entre el Partido Popular de derecha (PP) y Ciudadanos (Cs), apoyado desde el exterior por  Vox de extrema derecha, ha dado lugar a que el PP sea nombrado Presidente de Gobierno Autónomico mientras que Cs obtuvo la presidencia del parlamento regional. Vox ingresará al legislativo, siendo la última fuerza en representación, en detrimento de la coalición de izquierda Adelante Andalucía.

En los resultados electorales, un tema esencial ha sido la reivindicación de la unidad "sagrada" de una España reaccionaria, católica y profunda, en claro contraste con el proceso de independencia de Cataluña y la propuesta en Euskal Herria de un nuevo estatus de soberania. La catalana y la vasca son dos nacionalidades históricas, con lenguas y culturas propias y que también contribuyen entre las dos casi el 40% del PBI del país.

Cabe destacar que Centro y Norte del Estado Español aporta anualmente numerosos fondos financieros que se destinan a las regiones del sur (Andalucía, Extremadura ...) que tienen los indicadores económico-sociales más bajos del país y requieren de las contribuciones del Gobierno Central.

Esta clave española se ha convertido en una especie de "frontera política" donde la extrema derecha (que reivindica los valores fascistas de la dictadura de Genenal Franco) se une a una derecha más tradicional (PP y Cs), heredera del mismo legado pero en una versión más "correcta", lucha con una conjunción casi instintiva de la izquierda tradicional y los reclamos de soberanía, de catalanes y vascos en el norte del territorio.

El cambio de gobierno en Andalucía tiene mucho más que ver con la crisis existencial que atraviesa el Estado español que con las propuestas electorales concretas de los partidos presentes en esa región. Esta es la razón por la que el nuevo gobierno de derecha aparece como un claro síntoma de que la ya seria crisis política española se complicará aún más y seguramente generará noticias de gran interés en 2019.