Las protestas continúan en la provincia de Van y entran en su sexto día.

A pesar del asedio, obstrucciones y acoso general de la policía, miembros del HDP, diputados y los coalcaldes de Van han podido leer un comunicado de prensa en el Parque Dabbaoğlu durante la mañana de hoy.

La coalcaldesa Bedia Özgökçe Ertan, que fue reemplaza por un fideicomisario, ha dicho que se trata de un golpe político contra el derecho al voto  del pueblo.

“Hemos sido escogidos para representar la voluntad popular. El pueblo de Van, Diyarbakir y Mardin fue a las urnas y votó por el HDP para rechazar a los fideicomisarios”.

La coalcaldesa se refería al periodo de dos años y medio durante los cuales gobernó un fideicomisario y que acabó tras el resultado de las elecciones del 31 de marzo en las que el HDP recibió una mayoría holgada en las tres ciudades.

 Özgökçe ha hablado sobre la situación que el anterior periodo de los fideicomisarios había dejado en las ciudades:

“El 31 de marzo nos hicimos cargo de los ayuntamientos con una deuda de 1.200 millones de liras turcas. El legado de los fideicomisarios que hemos visto durante estos cuatro meses tras volver a ganar las elecciones es corrupción, irregularidades e injusticia. Hemos informado a los fiscales al respecto. El pueblo continuará exigiendo que los responsables rindan cuentas y respondan ante la ley”.

Remarcando que los fideicomisarios además suministraron ingresos sin motivación para sus círculos más cercanos, Özgökçe continuó dando detalles de la corrupción:

“Es un crimen comprar un vajilla por 48.000 liras turcas, hacer que tres tenderos ganen 2, 3 y 5 millones de liras turcas respectivamente gracias a contratos directos en el mismo día. Hemos estado mostrando estas corruptelas. La destrucción causada por los fideicomisarios es mucho más grande de lo que podemos contar”.

Ertan ha concluido su discurso haciendo un llamamiento a respetar la voluntad del pueblo.