El registro de candidatos para las elecciones presidenciales anticipadas de Irán que se celebrarán a finales de junio para elegir al sucesor del ultraconservador de línea dura Ebrahim Raisi, que murió en un accidente de helicóptero, comenzó el jueves (30 de mayo), informaron los medios estatales.

"El registro de candidatos para la decimocuarta elección presidencial comenzó a las 8:00 am y continuará durante cinco días en el Ministerio del Interior hasta las 6:00 pm", declaró la agencia oficial de noticias iraní Irna.

Las elecciones, inicialmente previstas para la primavera de 2025, se fijaron para el 28 de junio tras la muerte inesperada de siete personas, entre ellas Raisi y el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, en el noreste del país el 19 de mayo.

"Unas treinta personas acudieron al Ministerio del Interior a primera hora del jueves", pero "ninguno de ellos cumplía los requisitos básicos para ser candidato", informó un funcionario a la televisión estatal.

La ley electoral de Irán requiere específicamente que los candidatos tengan entre 40 y 75 años y posean al menos un título universitario.

Los principales candidatos de las corrientes políticas en Irán tradicionalmente se inscriben en los últimos días del proceso de solicitud.

Según la Constitución, el líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, máxima autoridad de la República Islámica, había ordenado al presidente interino Mohammad Mohbir que organizara elecciones presidenciales con carácter de urgencia.

Los candidatos tendrán que ser aprobados antes del 11 de junio por el Consejo de Guardianes Constitucionales, un organismo no electo dominado por conservadores y responsable de supervisar el proceso electoral.

En 2021, este organismo invalidó numerosos nombres “reformistas” y “conservadores moderados”, permitiendo que el candidato conservador y ultraconservador, Ibrahim Raisi, fuera elegido fácilmente en la primera vuelta.

Sin embargo, debido a la casi eliminación de la competencia, muchos votantes boicotearon las urnas. La participación fue sólo del 49 por ciento, la más baja en una elección presidencial desde la revolución islámica de 1979.