El Parlamento iraní aprueba el cierre del estrecho de Ormuz

El 21% del consumo mundial de petróleo y una cuarta parte del comercio de gas natural licuado (GNL) pasan por el estrecho de Ormuz, el punto de tránsito más crítico para el comercio petrolero mundial.

El Parlamento iraní ha aprobado el cierre del Estrecho de Ormuz, de vital importancia para el comercio energético mundial.

Según informes de los medios estatales iraníes y de Reuters, la decisión final sobre si la decisión entrará en vigor ahora recae en el Consejo de Seguridad Nacional de Irán y, en última instancia, en la Guardia Revolucionaria y el líder religioso, el ayatolá Ali Khamenei.

El estrecho de Ormuz, ubicado entre Omán e Irán, es conocido como el punto de tránsito más crítico para el comercio petrolero mundial. Según la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA), el 21% del consumo mundial de petróleo y una cuarta parte del comercio de gas natural licuado (GNL) pasan por este estrecho. Alrededor de 20 millones de barriles de petróleo se transportan a través del estrecho cada día.

La medida de Irán podría causar daños significativos a la economía mundial, incluida la suya propia. Bajo sanciones internacionales, Irán depende de las exportaciones de energía para una parte significativa de su economía.

Según datos de The Economist, el país ganó entre 35.000 y 50.000 millones de dólares por exportaciones de hidrocarburos en 2023, lo que representa aproximadamente entre el 9% y el 12% de su producto interno bruto.

Sin embargo, un posible cierre no se limitará a Irán. Esta medida, que se prevé tendrá un impacto devastador en los mercados energéticos, podría disparar rápidamente los precios del petróleo hasta los 120 dólares.

Según Arne Lohmann Rasmussen, director de investigación de Global Risk Management, el cierre del Estrecho de Ormuz sería “una absoluta pesadilla para el mercado petrolero”.