Según la información oficial, la reunión de alto nivel tendrá un importante contenido económico y empresarial.
El mandatario turco también se reunirá con el rey Felipe VI.
Frente al arribo de Erdogan al país, desde la Confederación Intersindical criticaron el encuentro entre ambos Jefes de Estado.
A continuación publicamos la declaración completa difundida por la Confederación Intersindical:
El encuentro Erdoğan-Sánchez se realiza bajo la pretensión del respaldo turco al reconocimiento del Estado palestino por parte del Estado Español. Entendemos que esto no es más que una nueva fase de la política de “blanqueamiento” del gobierno turco acusado en reiteradas ocasiones de llevar a cabo políticas que violan gravemente los derechos humanos, la libertad de expresión y que coarta el derecho de los trabajadores y las trabajadoras a exigir unas mejores condiciones laborales al tiempo que mantiene a miles de personas en prisión.
Como Confederación Intersindical, y teniendo en cuenta que uno de nuestros principios más firmes es el internacionalismo, queremos dejar claro que no es de recibo que el presidente de un gobierno que se considere progresista se preste a participar, con sus acciones, el blanqueamiento de gobiernos como el de Erdoğan, que ponen en riesgo la democracia, las libertades y la vigencia de los derechos humanos en su país.
Como ejemplo reciente de estas políticas represivas del gobierno turco, el pasado Primero de Mayo miles de personas que marchaban en manifestación a la histórica plaza Taksim, en Estambul, se vieron atacadas con un despliegue de más de 40.000 policías para impedir que sindicatos y partidos políticos protestaran en dicha plaza. El resultado fue la detención de más de 216 manifestantes, una restricción que Amnistía Internacional calificó de “ilegal”.
Este hecho no es aislado y se suma a las múltiples demandas de los diferentes sindicatos turcos que denuncian la continua represión por parte del gobierno a los representantes de la clase trabajadora, como bien ha denunciado tanto el sindicato KESK como el sindicato docente Eğitim-Sen. Y es que en Turquía el despido de los trabajadores y trabajadoras por el simple hecho de estar sindicados está a la orden del día, así como las continuas trabas a la realización de la labor sindical en los centros de trabajo, el derecho de manifestación o de huelga. Todo esto hace que la labor en defensa de los derechos de la clase trabajadora y los derechos humanos se vea gravemente amenazada.
A ello hay que añadir la grave situación existente en Kurdistán, donde se desarrolla un conflicto político desde hace décadas sin que el gobierno de Erdoğan dé pasos positivos para resolverlo. Al contrario, sigue la política de hostigamiento. El pasado marzo, el DEM Parti ganó las elecciones en la mayor parte del territorio kurdo con resultados abrumadores. Esto no ha impedido que comience ya la política de destituciones de los alcaldes kurdos democráticamente elegidos como ocurrió en Hakkari la pasada semana. Lo que Erdoğan no gana en las urnas, lo consigue con maniobras judiciales escandalosas y arbitrarias.
Turquía sigue siendo un país con miles de personas en las cárceles, superando la cifra de diez mil. Pese a las denuncias internacionales, se mantiene vigente una política de aislamiento que rechazan diversas organizaciones políticas y humanitarias europeas. Abdullah Ocalan, líder kurdo, lleva 25 años en prisión en régimen de aislamiento en la cárcel de Imrali. Ni sus familiares, ni sus abogados, tienen noticias suyas desde el año 2021. Los líderes del partido HDP, Salahatin Demirtas y la copresidenta Figen Yuksekdag, han sido condenados recientemente a 40 y 30 años de prisión respectivamente tras un “juicio farsa” relacionado con la defensa que hicieron en su momento de los combatientes kurdos en Kobane, frente al avance del ISIS en la guerra civil de Siria. De nada han valido las exigencias de Tribunales europeos pidiendo su liberación.
Desde la Confederación Intersindical exigimos a Pedro Sánchez que no blanquee, con el recibimiento a Erdoğan, las continuas violaciones de derechos humanos y los ataques a los sindicatos, organizaciones sociales y políticas y a la clase trabajadora que allí se cometen. Le pedimos que adopte una actitud valiente para denunciar la impunidad existente en Turquía en lo que hace referencia a vigencia plena de los derechos humanos.
Para finalizar, desde la Confederación Intersindical hacemos un llamamiento de solidaridad con la clase trabajadora turca y con sus organizaciones sindicales de clase. Pedimos al gobierno español que realice gestiones para humanizar el tratamiento que reciben presos y presas en las cárceles de aislamiento y que atienda las peticiones internacionales que reclaman la libertad de personas presas políticas y en especial, de aquellos dirigentes políticos que pueden jugar un papel importante en la solución política del conflicto kurdo en Turquía.
FUENTE: Área Internacional de la Confederación Intersindical / Rojava Azadi Madrid