El reciente conflicto armado entre Armenia y Azerbaiyán ha sido el más mortífero desde la guerra de Nagorno-Karabaj en 2020.

En un discurso parlamentario, el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, reveló que 49 soldados armenios han perdido la vida, y agregó que "desafortunadamente" eleste no es el  número final de víctimas.

En respuesta a la "agresión" azerí, Pashinyan pidió a la comunidad internacional que actúe.Azerbaiyán también confirmó que había sufrido bajas, pero no reveló las cifras.

Como mediador entre los dos países, Rusia afirmó que había negociado un alto el fuego entre las partes. Según Moscú, el alto el fuego entró en vigor a partir de las 06:00 de hoy (13 de septiembre). Sin embargo, ni Bakú ni Ereván han confirmado el informe todavía.

Después de una llamada telefónica con Pashinyan, el presidente francés, Emmanuel Macron, también anunció que su país llevaría la reciente escalada al Consejo de Seguridad de la ONU. Francia ocupa actualmente la presidencia rotatoria del Consejo de Seguridad de la ONU.

Ereván y Bakú han librado guerras entre sí por la disputada región de Nagorno-Karabaj dos veces en los últimos 30 años. Los últimos combates tuvieron lugar en 2020.

A medida que los nuevos conflictos amenazan el proceso de paz mediado por la UE, Pashinyan declaró que "Azerbaiyán está socavando el proceso de paz" con la reciente escalada.

El primer ministro armenio agregó que los enfrentamientos que estallaron poco después de la medianoche se han reducido a partir del martes por la mañana.

En una declaración el lunes por la noche, Estados Unidos dijo que la administración estadounidense estaba "profundamente preocupada" y pidió un cese inmediato de las hostilidades.

Mientras tanto, el aliado de Azerbaiyán, Turquía, culpó a Armenia y exigió que pusiera fin a sus "provocaciones".

Unos dos días antes del bombardeo azerí de Armenia, Turquía había entregado un gran número de armas a Bakú en avión.