Siete años después del grave atentado terrorista en Ankara, la policía utilizó la violencia contra las y los participantes de un acto conmemorativo. Todas las vías de acceso y las calles laterales alrededor de la estación principal de trenes, escenario de la masacre, fueron acordonadas con barreras policiales y numerosas personas fueron agredidas. Las fuerzas de seguridad impidieron que las y los manifestantes y miembros de los medios de comunicación se reunieran hoy para la conmemoración. Solo se permitió la asistencia de familiares y algunos miembros del parlamento y representantes de instituciones importantes como la Asociación Médica (TTB). Una veintena de personas que protestaban contra la actuación policial fueron detenidas sin dar motivo alguno.

El 10 de octubre de 2015, dos terroristas suicidas pertenecientes a una célula terrorista del ISIS conocida por la policía se inmolaron frente a la estación de tren de la capital turca en medio de una manifestación por la paz promovida por el HDP (Partido Democrático de los Pueblos) junto con el la federación sindical KESK y otras organizaciones democráticas de izquierda contra la guerra del estado turco contra la población kurda. Más de cien personas murieron y más de 500 resultaron heridas, algunas de gravedad. Hasta la fecha, el ataque ha costado la vida a 104 personas involucradas en la iniciativa de paz.

“ISIS asesino, colaborador del AKP”

A las 10.04 horas, hora del ataque, se guardó un minuto de silencio por las víctimas frente a la estación de tren de Ankara, a pesar de las interrupciones policiales. Muchos de los presentes portaban pancartas con las fotos de sus familiares asesinados y pancartas que decían "No olvidamos, no perdonamos", "ISIS asesino, colaborador del AKP" y "Llegará el momento en que los asesinos responderán ante el pueblo". Mehtap Sakinci Coşgun, quien perdió a su esposo en el ataque hace siete años y posteriormente fundó la "Asociación de Paz y Solidaridad del 10 de octubre" con otras familias en duelo, fue la primera en dar un discurso.

“Nuestro dolor es ahora reconocido”

“Todos los años, el 10 de octubre, nos reunimos en este lugar para exigir respeto por nuestro sufrimiento y dolor. Pero lamentablemente, una y otra vez, nos encontramos con que nuestro dolor no es reconocido y las personas que quieren recordar a sus seres queridos son atacadas. No queremos estar aislados de nuestros compañeros que quieren llorar con nosotros. Queremos conmemorar juntos, sin policías golpeando a los dolientes”. 

Con respecto a los procedimientos judiciales en torno al ataque, Coşgun criticó el hecho de que a las víctimas todavía se les negó la tranquilidad, ya que ellas y los familiares sobrevivientes no han recibido justicia ni equidad hasta el día de hoy. Hasta el momento, solo nueve personas han sido condenadas en relación con el ataque, quienes presuntamente estuvieron detrás de los preparativos de la masacre. Fuerzas dentro del estado que, según investigaciones de un colectivo de abogados, presuntamente involucrados no han sido acusados. Los familiares de las víctimas acusan al gobierno turco de no querer aclarar las circunstancias exactas del crimen por su propia culpabilidad.

Acusación: asesinato por contrato del estado

El ataque suicida en Ankara fue la agresión terrorista más grave en la historia de Turquía. Tuvo lugar en un momento en que el presidente Tayyip Erdoğan estaba construyendo su régimen unipersonal. El 30 de octubre de 2014, el Consejo de Seguridad Nacional aprobó el plan para aplastar el movimiento de liberación kurdo. El resultado de las elecciones parlamentarias de junio de 2015 frustró inicialmente los planes de Erdogan y sacudió su doctrina estatal. Después de 13 años de gobierno único, el AKP perdió su mayoría absoluta gracias a que el HDP ingresó al parlamento con más del 13 por ciento de los votos y 80 diputados. "Esta fue una derrota aplastante", aseguró Şükran Kablan Yeşil, co-presidente de KESK, en la ceremonia de conmemoración, recordando la fase política de 2015. Solo dos días antes de las elecciones, hubo un ataque en el mitin de campaña final del HDP en Amed (tr. Diyarbakir), matando a cinco personas. Una de las masacres posteriores fue el atentado de Suruç el 20 de julio de 2015, en el que un terrorista suicida hizo estallar a 33 jóvenes. La célula del ISIS monitoreada por las autoridades de seguridad, que también llevó a cabo el ataque de Ankara, es responsable de ambos ataques.

“La lucha por la justicia sigue en todas partes”

“Estos fueron ataques de fuerzas bárbaras en este país, que fueron dirigidos específicamente contra aquellos círculos que están en resistencia por la democratización de Turquía. Los responsables de la masacre de Ankara no son solo aquellos que permanecieron en silencio frente a los tiempos oscuros, aquellos quienes ayudaron a preparar los ataques, los que todavía están prófugos o en prisión por su complicidad, pero también aquellos dentro de la élite política. Nuestra lucha por la justicia solo terminará cuando todos los responsables hayan sido llevados ante la justicia. Esto es especialmente cierto para aquellos que, entonces como ahora, se creen bajo la protección de los gobernantes", advirtió Şükran Kablan Yeşil.

Posteriormente, otras personas expresaron su opinión, incluido el líder de DISK, Arzu Çerkezoğlu, el presidente de TMMOB, Emin Koramaz, el secretario general de TTB, Vedat Bulut, y varios familiares de las víctimas. Entre ellos estaba Zöhre Tedik, madre del activista Korkmaz Tedik, condenó el hecho de que la policía sólo permitiera asistir a la conmemoración a los familiares. “La lucha por la justicia continúa en todas partes, hasta nuestra última gota de sangre”, indicó la mujer kurda de Malatya. Al final, se depositaron claveles rojos en la plaza frente a la estación como señal de recuerdo.