Uğur Şakar, de 43 años, se prendió fuego frente al juzgado de Krefeld, Alemania, el 20 de febrero de 2019, para protestar por el aislamiento por parte del Estado turco del líder kurdo Abdullah Öcalan en la prisión de la isla Imrali en el Mar de Mármara.
El 64% del cuerpo de Şakar estaba cubierto de quemaduras y perdió la vida el 22 de marzo en el hospital de Duisburg donde estaba recibiendo tratamiento.
Activistas kurdos se reunieron en el lugar de la acción y rindieron homenaje a Şakar el martes. Durante la conmemoración, se leyó la carta dejada por Uğur Şakar sobre su acción.
Tras la conmemoración, Huseyin Perk, copresidente de la Iniciativa Mártir Uğur, y Şevin Sinçer, copresidente de FED-MED, pronunciaron un discurso y pidieron participación en la conmemoración que se celebrará en el cementerio Neuss Neufriedhof, donde se encuentra la tumba de Uğur Şakar. Se ubica, en el aniversario de su martirio.
La acción de Şakar se produjo durante la continua huelga de hambre masiva iniciada en las cárceles turcas en noviembre de 2018. A la huelga de hambre iniciada por la política kurda Leyla Güven para poner fin al aislamiento total de Abdullah Öcalan durante años, se unieron cientos de presos en las semanas y meses siguientes. Activistas con la misma demanda iniciaron huelgas de hambre también en Estrasburgo, Toronto, Newport, Kassel, Nuremberg, Duisburg, Erbil y otras ciudades.
En una carta escrita a mano antes de su acción, Şakar señaló que el motivo de su autoinmolación era su protesta contra la violencia policial alemana y la represión contra el movimiento kurdo. También se negó a aceptar el silencio del público sobre la campaña de huelga de hambre de los kurdos.
Şakar saludó las huelgas de hambre y escribió: “El PKK nos ha enseñado la filosofía de que 'la resistencia es vida'. Es nuestro deber resistir la injusticia, dondequiera que estemos”.
Şakar criticó el silencio de los países europeos y protestó por el silencio del Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) ante las huelgas de hambre.
Sakar concluyó su carta diciendo: “Condeno la brutalidad policial y la presión política del Estado alemán contra los kurdos. Invito a todos y cada uno de los kurdos a luchar por una vida libre, en lugar de vivir como esclavos. Prevaleceremos. Reunámonos, como pueblo, alrededor de los amigos que se unieron al Líder en sus huelgas de hambre”.