La resistencia "Jin, Jiyan, Azadî" (Mujer, Vida, Libertad) en Irán y Rojhilat (Kurdistán iraní), desencadenada por el asesinato de la joven kurda de 22 años Mahsa Jina Amini, continúa en su 131º día. El Estado iraní ha reprimido brutalmente las protestas desde el comienzo de la resistencia.

El estado de excepción, las redadas policiales en las casas de los manifestantes, las detenciones y las condenas a muerte continúan en el país.

La Red de Derechos Humanos del Kurdistán anunció ayer, 25 de enero, que la justicia iraní condenó a Seyfula Hussein, imán de la mezquita Xatim Anbiya de Ciwanro, a 17 años de cárcel, acusado de amenazar la seguridad nacional, hacer propaganda contra el régimen y perturbar la paz en el país.

En una declaración en las redes sociales, el imán suní Meulawi Aldulhemid afirmó: "La represión de las protestas y la detención de ciudadanos e imanes sólo hará que crezcan las protestas".

Las familias de los presos condenados a muerte se concentraron ayer frente a la prisión de Fazıl Hisar, en Kercek, donde exigieron la invalidación de las condenas a muerte. Las fuerzas estatales iraníes dispersaron a las familias.

En varios barrios de Teherán, la gente coreó consignas antigubernamentales desde los balcones de sus casas.

A pesar de todos los ataques, ejecuciones y detenciones del Estado iraní, las protestas antigubernamentales continúan en Rojhilat y en todo Irán.

La Federación Internacional de Periodistas ha pedido la liberación de 33 periodistas detenidos.