Continúan las protestas en Irán y Rojhilat

La Organización de Derechos Humanos de Irán informa de 76 muertos en las protestas antigubernamentales desatadas desde el asesinato de Jîna ‘Mahsa’ Amini en manos de la policía de la moral iraní, entre ellos seis mujeres y cuatro menores.

Continúan las protestas multitudinarias en el Kurdistán oriental o Rojhilat e Irán por el asesinato de la joven kurda Jîna ‘Mahsa’ Amini en manos de la policía de la moral, a pesar de la brutal represión del régimen iraní. La cifra de muertos asciende a 76 según la Organización de Derechos Humanos de Irán.

Imágenes en redes sociales muestran acciones de protesta en Sine, Mahabat, Sardeşt, Meriwan, Diwander, Qurwe, Kirmaşan, Urmiyê y otras provincias del Kurdistán iraní. Además, anoche se organizaron protestas en Teherán, Yezda, Mashhad, Tabriz, Burazcan, Bucnurd, Shiraz y otras ciudades de Irán. Aviones y helicópteros sobrevuelan Bane, Seqiz y Sine, mientras continúan las redadas domiciliarias y las detenciones masivas.

Las fuerzas del régimen iraní han contratado fuerzas extranjeras para reprimir las protestas. Testigos presenciales han revelado que había árabes entre las fuerzas armadas movilizadas para dispersar a los manifestantes en la ciudad de Mashhad. Además, se ha informado de que las fuerzas del régimen iraní han movilizado a los niños Basij, una milicia paramilitar de voluntarios, para reprimir las protestas en algunas ciudades.

La Asociación de Derechos Humanos de Irán informa de 76 muertos en las protestas antigubernamentales desatadas desde el asesinato de Jîna ‘Mahsa’ Amini en manos de la policía de la moral iraní, entre ellos seis mujeres y cuatro menores. Según el gobierno iraní, la cifra de muertos es de 41.

Jîna 'Mahsa' Amini

Jîna 'Mahsa' Amini fue detenida el martes 13 de septiembre durante una visita familiar a Teherán por una supuesta violación de las normas del hiyab, porque su pañuelo no se ajustaba bien a la cabeza y se le veían algunos mechones de pelo. En la comisaría, durante una “instrucción” de la “policía de la moral”, la torturaron de forma tan salvaje que cayó en coma allí mismo. Ingresó en el hospital con muerte cerebral. Desde que se supo de su muerte, una ola masiva de protestas que el régimen de los mulás intenta reprimir con todas sus fuerzas recorre el país contra el gobierno bajo el lema kurdo “Jin, Jiyan, Azadî” [mujer, vida, libertad].

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