El copresidente de la Asociación de Derechos Humanos (IHD), el abogado Öztürk Türkdoğan, habló con ANF sobre el manejo que hace el Estado del cuerpo deL combatiente
Los restos de Mahsum Aslan, fallecido en Dersim en 2018, han sido enviados por correo desde la Fiscalía General de Erzincan a la comisaría del distrito de Ergani, residencia de su familia.
Türkdoğan ha declarado que el artículo 130 del Código Penal turco estipula "el derecho a respetar la memoria" y la falta de respeto está tipificada como delito. "Hay que respetar los restos mortales de una persona porque, según nuestra ley, cuando una persona muere, su caso está cerrado. Cuando uno muere, todo se acaba. Y la ley se basa en un principio de igualdad. La persona que muere tiene un círculo de familiares, tiene un lugar en la sociedad. Hay que dejar de lado la identidad política, étnica y la postura política de esa persona. Hay que respetar su memoria. Según el Código Penal turco (TCK), hay que proteger los cementerios, mantener intacta la integridad corporal y garantizar el respeto a los cadáveres".
"Cada sociedad tiene un nivel de tolerancia"
Türkdoğan subrayó que cada sociedad tiene un cierto nivel de tolerancia, y es necesario actuar de acuerdo con los valores religiosos de la sociedad. "Hay que entregar el cuerpo a la familia por transporte. No se puede enviar por carga porque no es un objeto. Si se hace eso, significa que es una discriminación directa y una humillación. De hecho, esto es odio".
"Sea cual sea tu filiación, tu creencia, tu identidad, tienes que tratar a una persona que ha perdido la vida de la misma manera que tratarías a una persona que piensa como tú. Si no respetas la memoria del fallecido, si lo consideras un objeto y realizas un acto que falta al respeto a la familia, significará que lo has tratado con un motivo de odio. Porque la humillación también es un motivo de odio. La discriminación está prohibida por la ley", ha afirmado Türkdoğan.
El odio es un motivo
El abogado continuó: "Hay un informe especial de la IHD sobre la entrega de más de 260 cadáveres exhumados de un cementerio de la zona rural del pueblo de Bitlis-Tatvan Yukarıölek al Instituto de Medicina Forense de Estambul. Advertimos al Ministerio de Justicia y al Ministerio del Interior sobre este asunto. También presentamos una denuncia penal contra los funcionarios que llevaron a cabo esta operación. Sin embargo, cerraron el expediente. Se trata de una práctica contraria a la legislación vigente y es inaceptable. Enterrar cadáveres en el pavimento en cajas en un cementerio de los que no tienen nombre ya va en contra de la normativa sobre cementerios. El odio es un motivo en este caso", dijo.
Advertencia
Türkdoğan advirtió que este tipo de prácticas tendría consecuencias nefastas. "No se pueden entregar los cuerpos del pueblo kurdo por correo de esta manera. Este pueblo tiene conciencia y tiene valores éticos, morales y religiosos. El pueblo kurdo es consciente de esta discriminación contra él. Esto sólo alimenta el odio. El gobierno no debe permitir estas cosas. Es necesario abrir una investigación contra los funcionarios del Estado que hacen esto", señaló Türkdoğan.
El copresidente de la IHD señaló que la familia que recibe los restos mortales de esta manera debería presentar una solicitud a la Institución de Derechos Humanos e Igualdad de Turquía y presentar una denuncia penal contra las autoridades. También debería advertirse al gobierno para que estas cosas no vuelvan a ocurrir, añadió.
Antecedentes
Mahsum Aslan, cuyo nombre de guerra era Firaz Paramaz, cayó mártir en un ataque aéreo turco en la provincia de Dersim el 2 de junio de 2018. Solo unas semanas después, su familia, que vive en el distrito de Ergani, en Amed, recibió la orden de las autoridades responsables de proporcionar una muestra de ADN. Las autoridades tardaron nada menos que tres años en realizar el cotejo. No fue hasta julio cuando los padres del combatiente caído fueron informados de que los resultados del análisis de ADN estaban disponibles. Entonces acudieron a la fiscalía para recibir los restos de Mahsum Aslan. Allí, sin embargo, les dijeron que las autoridades se encargarían de la entrega.
El 2 de agosto, la familia Aslan recibió por fin una llamada telefónica de las autoridades policiales turcas de Ergani pidiéndoles que recogieran los restos de su hijo. En la comisaría del distrito, los padres de Mahsum Aslan comprobaron que los huesos de su hijo habían sido entregados en una caja por la fiscalía de Erzincan mediante envío postal. A los familiares se les prohibió informar al público sobre el entierro. Por tanto, el entierro en el pueblo de Yayvantepe tuvo que realizarse en la oscuridad de la noche.