Crisis en las relaciones entre Ankara y Berlín por la cantante kurdo-alemana

Declarada culpable de pertenecer al PKK y sentenciada a seis años y tres meses de prisión.

La cantante kurdo-alemana Hozan Cane (Saide Inaç) fue detenida en Edime en junio de 2008 mientras participaba en unos eventos electorales para el HDP.

Fue declarada culpable de pertenecer al PKK y sentenciada a seis años y tres meses de prisión.

Fue absuelta de otros cargos de incitación e insultos al fundador de la Turquía moderna, Mustafa Kemal Atatürk.

Con todo, enfrentó hasta 13 años tras las rejas. Inaç, cuyo juicio comenzó el 26 de septiembre, siguió los procedimientos judiciales a través de un enlace de vídeo desde la cárcel de mujeres Bakirköy en Estambul. Su abogada, Nevruz Akalın, dijo que apelaría el veredicto.

La cantante, ciudadana alemana, escribió a la canciller Angela Merkel pidiéndole que planteara el asunto de su detención con el presidente Erdogan.

La subsecretaria de la canciller alemana, Michelle Müntefering, explicó a ANF que el cónsul alemán en Estambul visitó a Saide Inaç hasta siete veces.

“El gobierno federal ha planteado la liberación de la ciudadana alemana Inaç numerosas veces durante las negociaciones políticas con los interlocutores turcos. La solicitud del gobierno federal fue liberarla por razones humanitarias. Sin embargo, la parte turca ha rechazado nuestra solicitud afirmando que el poder judicial turco es independiente”.

Antecedentes

La cantante fue arrestada en Edirne en junio de 2018 después de haber participado en un evento de campaña para el HDP ante las elecciones estatales. Los fiscales se enfocaron en algunas de las publicaciones de Inaç en Facebook que usaron en su acusación.

La familia de İnaç explicó que las fotos de las publicaciones mencionadas por la fiscalía se tomaron durante el rodaje de una película sobre las atrocidades cometidas por el ISIS contra el pueblo yazidí.

La diputada alemana de Die Linke, Sevim Dağdelen, calificó el juicio de İnaç como “una farsa política”. Dice que simplemente demuestra que “Turquía no es un país de leyes sino un régimen despótico”.