Tres miembros de la familia Şenyaşar fueron víctimas mortales de linchamientos realizados al margen de una gira de campaña del diputado del AKP Ibrahim Halil Yıldız por sus guardaespaldas armados y sus familiares en el distrito de Suruç el 14 de junio de 2018, a pocos días de las elecciones parlamentarias y presidenciales turcas.

La madre Emine Şenyaşar y su hijo Ferit, que también resultó herido en el atentado, se sientan a diario frente al Palacio de Justicia de Urfa desde el 9 de marzo del año pasado para exigir el castigo de los asesinos de sus familiares.

11 personas han sido detenidas en relación con el triple asesinato, entre ellas el hermano mayor del diputado del AKP İbrahim Halil Yıldız, Celal Yıldız, su sobrino Osman Şah Yıldız, Şeğsin Yıldız (sobrino del diputado del AKP que trabaja en el municipio), Mustafa Amaç (asesor del diputado del AKP), İbrahim Şimşek (familiar del diputado), Mikail Şimşek y Osman Yıldız.

Los detenidos fueron remitidos al juzgado, donde dos de los detenidos, Osman Şah Yıldız y Osman Yıldız, fueron puestos en libertad tras prestar declaración ante el fiscal, mientras que los otros nueve fueron remitidos al Juzgado de Paz Penal con una petición de detención. Allí, otros cinco detenidos fueron puestos en libertad con una medida de control judicial, y Celal Yıldız, Mikail Şimşek, Müslüm Yıldız e İbrahim Şimşek fueron enviados a prisión preventiva acusados de “homicidio” y “expoliación de pruebas”.

La masacre de la familia Şenyaşar

Diez días antes de las elecciones parlamentarias, el 24 de junio de 2018, el diputado del AKP Ibrahim Halil Yıldız, acompañado de familiares y guardaespaldas, visitó la granja de la familia Şenyaşar en Suruç. Tras una discusión verbal, los guardaespaldas de Yıldız abrieron fuego. Mehmet, Celal y Adil Şenyaşar fueron trasladados a un hospital con heridas de bala, donde dos de ellos fueron finalmente asesinados. La autopsia del forense de Celal Şenyaşar reveló impactos de bala de al menos seis armas de fuego de diversos calibres. En el caso de Adil Şenyaşar, se encontraron cortes y puñaladas en 14 lugares del cuerpo, así como heridas de impacto con objetos duros. El informe señalaba que Adil había sido sometido a “violencia extrema”. Se encontraron 17 balas de diversos calibres en su cuerpo. De estos proyectiles, cinco fueron mortales. Sólo dos de las balas no fueron disparadas a corta distancia. El padre, Hacı Esvet Şenyaşar, que acudió a pie al hospital, resultó allí gravemente herido por los golpes en la cabeza de una botella de oxígeno. Murió un día después, mientras la policía irrumpía en el funeral de sus dos hijos con gases lacrimógenos.