La "Delegación Internacional contra el Aislamiento" ha reiterado su rechazo al sistema de torturas en la isla-prisión turca de Imrali y ha pedido su abolición. "Imrali es una zona de apagón político y jurídico", ha explicado la delegación en relación a las condiciones carcelarias que allí se viven, que "no sólo afectan a Abdullah Öcalan y a sus tres compañeros de prisión. Tuvimos que darnos cuenta de que el sistema de Imrali en Turquía se ha convertido en un modelo. Para poder restablecer el Estado de derecho, es esencial que se disuelva".

La delegación publicó las siguientes recomendaciones:

"Las prácticas en Imrali han trascendido la definición de aislamiento y han llegado al punto de la incomunicación absoluta. La situación hace imperativo definir esta cuestión no sólo como un problema legal sino también político.

El CPT debe publicar sus observaciones

-Hacemos un nuevo llamamiento al CPT (Comité Europeo para la Prevención de la Tortura) para que asuma su responsabilidad ante la urgente y preocupante situación de aislamiento absoluto de Imrali. Esperamos que todos los defensores de los derechos humanos presionen al CPT. Además, pedimos que el CPT ponga sin demora a disposición del público sus observaciones de la última visita a Imrali.

-El foro de hoy ha sido un encuentro en el que hemos podido refrescar la memoria y reflexionar sobre nosotros mismos. De ahí la necesidad de que los miembros del Foro desempeñen un papel pionero en la ampliación y fortalecimiento de la red de solidaridad y lucha común.

No más detenciones incomunicadas

-Imrali es una zona de bloqueo político y jurídico. A la vista de la realidad del sistema Imrali, no sólo a las personas se les niega el derecho a la información. En este entorno de ofuscación, la política como institución también se tambalea y pierde su rumbo. La preocupante situación actual, sin noticias de Imrali desde hace 22 meses, debe terminar inmediatamente.

La libertad de Öcalan es crucial

-La solución a todos estos problemas pasa por una solución democrática y social a la cuestión kurda. La libertad de Abdullah Öcalan es un requisito previo para la solución política y pacífica de la cuestión kurda y la democratización de Turquía.

-Sin abordar la cuestión kurda, en cuyo centro se encuentra Imrali, y sus dimensiones políticas y sociales y tomar posición, la opinión pública democrática no puede eludir su parte de responsabilidad en el aislamiento.

-No sólo Abdullah Öcalan y los presos políticos están aislados, sino toda la oposición social. La vida en su conjunto está sitiada. Una salida de este asedio sólo es posible a través de una lucha jurídica, política y social conjunta.