Jóvenes activistas kurdos protagonizaron una acción de desobediencia civil ante la Oficina de Enlace del Parlamento Europeo (PE) en Marsella, con el fin de denunciar el aislamiento del líder kurdo Abdullah Öcalan y exigir su libertad.
Encarcelado desde hace más de 24 años en la isla prisión de Imrali, el líder popular kurdo, Abdullah Öcalan, lleva 33 meses totalmente incomunicado, sin ningún contacto con el mundo exterior. La total falta de información sobre la situación de Öcalan y de sus tres compañeros de prisión, Hamili Yıldırım, Ömer Hayri Konar y Veysi Aktaş, hace temer cada vez más por su seguridad y su salud. Las innumerables solicitudes de visitas presentadas durante años por los abogados y las familias de los detenidos en Imrali quedan constantemente sin respuesta.
Los activistas entraron en el edificio coreando el lema "Liberté pour Öcalan" y con una pancarta en francés en la que se leía "Basta de complicidad europea, libertad para Öcalan".
Los manifestantes denunciaron la "complicidad" de todas las instituciones de Europa y del mundo en el trato ilegal a Abdullah Öcalan, y pidieron que se actuara para poner fin al sistema de tortura aplicado contra el líder kurdo.
Los activistas presentaron un dossier sobre el sistema de tortura Imrali a los funcionarios del PE, y acto seguido continuaron su acción fuera del edificio y a la vista del público.
La prisión cerrada de alta seguridad de tipo F de Imralı, donde Abdullah Öcalan está recluido desde febrero de 1999, funciona desde entonces sobre la base de un estatuto especial y mediante prácticas especiales nunca vistas, ni siquiera en la archiconocida cárcel fuera de la ley de Guantánamo.
En virtud del denominado régimen de ejecución agravada, Abdullah Öcalan y sus compañeros de prisión, Hamili Yildirim, Ömer Hayri Konar y Veysi Aktaş, han permanecido recluidos en condiciones de aislamiento extraordinario durante mucho tiempo, 24 años en el caso de Öcalan y ocho años cada uno en el de los demás reclusos.
A pesar de todos sus intentos, los abogados del bufete Asrin, con sede en Estambul, que representa a Abdullah Öcalan y a sus tres compañeros de prisión, no han podido recibir ni una sola señal de vida de sus clientes desde el 25 de marzo de 2021. No han podido obtener ninguna información sobre su estado de salud, sus condiciones de detención o su situación jurídica en todo 2022 y hasta hoy. Hace 33 meses que no saben absolutamente nada de sus clientes.
Noticias relacionadas: