Las madres y los familiares de los presos políticos que están en huelga de hambre o en ayuno estricto exigiendo el fin del aislamiento impuesto al representante del pueblo kurdo Abdullah Öcalan, siguen saliendo a las calles en Turquía y Kurdistán del Norte en solidaridad con sus hijos que se encuentran en condiciones críticas de salud y cercanos a la muerte.

Los familiares de los presos formaron una "cadena de vida" en el distrito de Eminönü, Estambul, el viernes para instar a las autoridades turcas a que tomen medidas para asegurarse de que los activistas en huelga de hambre no fallezcan.

Durante la manifestación, los familiares corearon "quita el aislamiento, deja vivir a Leyla" y "viva nuestra honorable resistencia".

Los manifestantes pusieron fin a su protesta tras una marcha y fueron detenidos por la policía cuando comenzaron a dispersarse.

7 manifestantes y el periodista Zeynep Kuray fueron detenidos durante la represión y trasladados a comisaría.