Mazlum Dağ y Abdurrahman Er fueron detenidos y condenados a muerte por el asesinato de Osman Köse, un miembro del servicio de inteligencia turco (MIT) en el Consulado General de Turquía en Hewler el 17 de julio de 2019. Los presos iniciaron un ayuno de muerte el 29 de septiembre en protesta por las torturas y las violaciones de derechos en prisión.

En llamadas telefónicas con sus familias el mismo día, los dos presos dijeron que fueron sometidos a malos tratos y torturas por las fuerzas del KDP.

Según las familias, los presos dijeron: "Durante un control diario en la prisión, un peshmerga llamado Yusuf se acercó a nosotros. Nos maldijo e insultó. Cuando reaccionamos ante él, nos esposaron por la espalda y nos golpearon. Luego nos pusieron en una celda solitaria. Este peshmerga llamado Yusuf nos hizo esto por tercera vez. Iniciamos un ayuno de muerte para protestar por esto y para acabar con las prácticas de tortura. Después de iniciar el ayuno de muerte, fuimos convocados por la junta disciplinaria de la prisión. Hablamos de las torturas que sufrimos. Nos dijeron: 'Es evidente que no hicieron gran cosa. Si sólo os han golpeado, no pasa nada, ya que también podrían haberos ahorcado'. Continuaremos nuestro ayuno de muerte contra estas prácticas. El pueblo kurdo no debe callar ante esto".