El 17 de diciembre de 2018, 14 activistas kurdos se pusieron en huelga de hambre en Estrasburgo contra el aislamiento de Öcalan.

Hoy cumplen 93 días de huelga de hambre y han pasado por un nuevo chequeo médico.

El Dr. Fahrettin Gülsen ha informado de los problemas de salud y complicaciones que están sufriendo los activitas debido a su protesta: pérdida de peso excesiva, sensibilidad olfativa incrementada, problemas de equilibrio, infecciones gripales, problemas musculares, etc. Todos estos problemas están obligando a los activistas ha quedarse en cama casi todo el día.

 “Los activistas tienen problemas importantes de equilibrio”

La situación de los activistas se hace más complicada, ha dicho el Dr. Gülsen, que ha añadido que su informe no se trata de un comunicado político sino de un informe profesional que demuestra que su situación es muy crítica.

El doctor ha lamentado que los activistas ya no pueden permanecer en pie ellos solos.

“El momento en el que los huelguistas se levantan, su pulso se acelera. Están en peligro de caer al suelo. Para poder estar de pie tienen que sostenerse sobre la pared para mantener el equilibrio. Con la ayuda de otras personas pueden satisfacer sus necesidades diarias. El hecho de que lleven 93 días en huelga de hambre implica que han entrado en un período crítico en el que la muerte les puede sobrevenir en cualquier momento”.

Gülsen se ha mostrado alarmado ante el hecho de que todos los síntomas se están agravando: “Ahora les vigilamos las 24 horas. Los activistas solo pueden dormir unas pocas horas, lo cual lleva a problemas de concentración. Esto a su vez afecta su memoria”.

“Los problemas el corazón son muy peligrosos”

El doctor también ha mostrado su preocupación por los problemas de corazón: “Los activistas sufren de alteraciones en el pulso y ritmo cardiaco y esto causa dolores de cabeza y sensación de fatiga. Las alteraciones en el ritmo cardíaco son síntomas muy serios porque pueden causar la muerte. Se puede generar un embolismo que lleve a un derrame cerebral o un infarto”.

Los riñones y los pulmones también están experimentando un agravamiento de sus condiciones. Debido a que el cuerpo no puede recibir la comida necesaria del exterior – afirma Gülsen – en un primer momento el cuerpo recurre a las reservas de energía que tiene, pero las reservas también se acaban”.

El doctor ha informado que desde el primer día los activistas reciben un suplemento de vitaminas B1 y agua azucarada y salada”.

En cuanto a las visitas, el doctor ha expresado que también se toman precauciones importantes. Cualquier visitante que tenga algún problema de salud, como una fiebre o un resfriado, debería evitar visitar a los huelguistas. Como están sobretodo en cama, el doctor insiste en limitar el número de visitas.

“Escuchad nuestro reclamo”

El doctor Gülsen ha alertado que los activistas están en un grave peligro de perder su vida en cualquier momento, por lo tanto ha hecho un llamamiento a las instituciones internacionales, el pueblo kurdo y a sus amigos para que muestren sensibilidad hacia esta situación humanitaria.

“Necesitamos ser la voz de los activistas con acciones que garanticen que sus demandas sean cumplidas. Si no lo hacemos nos enfrentamos la posibilidad de que la situación se torne fatal en Estrasburgo. Debemos actuar rápidamente”.