Como la copresidenta del DTK y diputada del HDP por Hakkari, Leyla Güven, quien encabeza la resistencia que exige el fin del aislamiento del líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan y ha alcanzado ya 128 días de ayuno, los presos de varias cárceles siguen adelante con la huelga de hambre.
Sedat Akın estuvo en la prisión tipo T de Erzincan, y fue liberado tras 45 días de huelga de hambre. Ahora Akın lleva 68 de ayuno.
Para Akın el día comienza a las 9 am, cuando empieza a ingerir líquidos cada hora. Desde hace poco, ha empezado a experimentar dificultades para tomarlos, con lo que los ingiere cada 2 horas.
Akın sigue los noticias a lo largo del día y habla sobre el proceso general de lucha, aislamiento y huelgas de hambre.
Asegura que su moral y motivación son altas, y dice que está experimentando problemas como calambres estomacales, dolores de cabeza y fiebre. El ojo derecho de Akın también está perdiendo vista.
Estamos en huelga de hambre porque el aislamiento está ahí
Akın ha hablado con ANF acerca de por qué decidió hacer una huelga de hambre: “La razón principal por la que iniciamos una huelga de hambre fue para poner fin al aislamiento del líder kurdo Abdullah Öcalan, que en paralelo significa terminar con el aislamiento impuesto a todos los pueblos del Kurdistán y de Turquía. Por eso estamos en huelga de hambre. No hay otra razón”.
Saco la moral de los amigos
Akın habló luego sobre Leyla Güven y otros activistas en huelga de hambre: “La resistencia que han lanzado es preciosa y sagrada. Esta acción no fue lanzada por el bien o los intereses de un individuo. Es una acción que afectará el futuro de la sociedad del Kurdistán y Turquía. Hoy en día hay cientos de personas en huelga de hambre, en Europa, Bakur, Bashur y las cárceles, y todas tienen una demanda legítima: acabar con el aislamiento. Estoy recibiendo moral de todos los amigos que resisten”.
La victoria esta cerca
Akın subrayó que las condiciones de sus amigos que iniciaron la huelga de hambre en las cárceles son bastante malas y agregó: “Su situación de salud no es muy buena”. Estamos fuera, pero tenemos la misma voluntad y determinación para resistir. Por eso hay que decir que el hambre no nos afecta mucho. Que la gente escuche nuestra voz es suficiente para nosotros, estamos comprometidos con nuestra acción, no sabemos qué nos depara el futuro, y hoy el gobierno puede que no se esté acercando a este proceso, pero las estrellas brillan en el cielo , y son los precursoras de la victoria. Creemos que la moral y la determinación que estamos mostrando forzarán en última instancia al gobierno a actuar”.