Miles de personas se reunieron el domingo en un congreso extraordinario de la sección de Estambul del Partido para la Igualdad y la Democracia de los Pueblos (HEDEP) para debatir cuestiones "apremiantes", centrándose principalmente en la necesidad urgente de la libertad de Abdullah Öcalan, el líder encarcelado del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Öcalan lleva 25 años encarcelado en la isla de İmralı y el congreso hizo hincapié en los cerca de 32 meses de aislamiento absoluto que ha soportado sin comunicación con el mundo exterior.
El congreso, al que asistieron representantes de diversas organizaciones de la sociedad civil y partidos políticos, abordó también la lucha contra la destrucción del medio ambiente y la lucha por los derechos de la mujer.
Las mujeres desempeñaron un papel importante en el evento, y muchas de las participantes vestían trajes tradicionales y entraron en la sede del congreso coreando "jin, jiyan, azadî" (mujer, vida, libertad). Numerosos miembros de la Iniciativa Madres por la Paz y familiares de presos políticos acudieron a la cita.
Beser Çelik, copresidenta de la sección provincial de Estambul de HEDEP, pronunció un apasionado discurso en el que hizo hincapié en la justa lucha por la paz. Çelik se refirió a la crisis económica a la que se enfrenta el pueblo debido a la incapacidad del gobierno para satisfacer las necesidades básicas de la sociedad. También sugirió que tanto la cuestión palestina como la kurda podrían resolverse mediante una "república democrática", estableciendo paralelismos entre ambos conflictos.
El copresidente de la sección de Estambul del HEDEP, Murat Kalmaz, esbozó la visión del partido para el futuro próximo, prometiendo ser la voz de todas las comunidades, incluidos kurdos, armenios, asirios y turcos. Destacó los retos económicos, políticos y sociales de Turquía: "Como HEDEP, responderemos a todas las cuestiones. No aceptamos la mentalidad de un Estado, una lengua. Construiremos una política contra ella, una política para la comunidad".